PRESUNTA ESTAFA EN la ampliación de UNA INFRAEStRUcTURA

El fiscal denuncia ante el juez un fraude de 40 millones en el puerto

Imagen aérea de los dos nuevos diques de la ampliación del puerto de Barcelona, el gran arco que forma el Sud y encima, el Est que investiga el juez.

Imagen aérea de los dos nuevos diques de la ampliación del puerto de Barcelona, el gran arco que forma el Sud y encima, el Est que investiga el juez.

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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El Juzgado de Instrucción número 5 de Barcelona ya está investigando, a raíz de una denuncia de la fiscalía, el presunto fraude de 40,7 millones de euros cometido en la construcción de la prolongación del dique Est del puerto de Barcelona, unas obras que se iniciaron en el 2001 y finalizaron en el 2008. La Fiscalía de Barcelona puso en manos del juzgado el caso en agosto, después de meses de averiguaciones y tras recibir un completo informe de la dirección de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) sobre las presuntas irregularidades económicas.

Fuentes conocedoras de la investigación aseguraron ayer a EL PERIÓDICO que el juzgado al que ha ido a parar la denuncia de la fiscalía ha acordado una serie de diligencias para aclarar el supuesto desvío de los 40,7 millones de euros que ya fueron reclamados el pasado mes de julio por la dirección del puerto a la unión temporal de empresa (UTE) del dique Est, formada por las empresas FCC Construcción, Ferrovial-Agroman, Construcciones Rubau y Copisa.

En el 2001, cuando fueron adjudicadas las obras, la presidencia del puerto recaía sobre Joaquim Tosas, quien fue relevado por Joaquim Coello en el 2004. El presidente de la entidad es nombrado por el Gobierno central, aunque, en una especie de pacto no escrito, siempre se designa al candidato que elige la Generalitat. Mientras Tosas fue designado por CiU, entonces en el gobierno catalán, Coello y, en la actualidad, Jordi Valls lo fueron por el tripartito.

COLABORACIÓN / Según fuentes judiciales, la actual dirección del puerto barcelonés ha colaborado activamente con la investigación preliminar que abrió la fiscalía la pasada primavera por una comunicación remitida por la Agencia Tributaria sobre una red de presunto fraude fiscal con facturas falsas. En ella podría estar involucrada la empresa Coterras, domiciliada en Barcelona, proveedora de piedra y material para la construcción del dique. La obra fue adjudicada por 197 millones.

Las pesquisas, en las que participa la Guardia Civil, pretenden esclarecer si algunas facturas giradas por esta mercantil son falsas y no se corresponden con la venta de producto alguno. O bien se utilizó menos material (cemento, roca y tierra de relleno) para la construcción del dique del realmente detallado en las facturas. De esta manera, se habría producido una sobrecertificación de material de obra y parte del presupuesto destinado al proyecto podría haber ido a parar a fines ajenos al mismo.

TONELADAS DE TIERRA / Las obras consistieron en alargar 2,17 kilómetros el dique existente. La desviación, en la década pasada, del Llobregat hacia el sur liberó un gran tramo de costa donde se ha iniciado la ampliación de muelles, un plan que a largo plazo duplicará el espacio del puerto hasta llegar a 1.300 hectáreas.

El dique Est se asienta a 25 metros bajo el mar, sobresale otros dos y tiene una anchura, en la base, de 200 metros. Los cálculos previos estipulaban que se iba a precisar un volcado de 12,4 millones de toneladas de tierra y una posterior colocación de 450.000 metros cúbicos de hormigón en bloques de 50 toneladas a lo largo del dique.