las distinciones de una cita multitudinaria

Verdi del Mig vuelve a imponerse en el concurso de calles de Gràcia

DAVID PLACER / XABIER BARRENA
BARCELONA

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El bosque surrealista de la calle de Verdi del Mig se impuso al resto de creaciones populares en una reñida competencia que ratificó ayer a la vía en su condición de eterna favorita. La original creación también se llevó el premio al mejor portal, a la reutilización de materiales y a la innovación. La acumulación de premios hizo que otras calles, que también competían por las distinciones entregadas ayer en la plaza de la Vila, pitaran a los ganadores.

«No me lo esperaba. Nunca dimos por segura la victoria porque con esta competencia nunca se sabe», dijo Mariaella Carrera, una arquitecta mexicana que ideó el concepto. El jurado, compuesto por cinco personas del mundo del arte y la decoración, dieron a Verdi 186 puntos, tan solo dos más que al segundo. Con el trofeo de este año, Verdi acumula cuatro victorias en solo cinco años.

La gran sorpresa de los galardones estuvo en el segundo y tercer lugar que correspondieron a dos debutantes en el podio. La plaza de Rovira i Trias, con la creación de un jardín onírico, saltó al segundo lugar (184 puntos y premio especial de iluminación) después de haber participado en otras cuatro ocasiones sin una mención destacada. El año pasado ocuparon el noveno lugar y en esta edición ellos mismos pronosticaban que podían llegar de terceros «en el mejor de los casos», como vaticinó Jordi, miembro de la comisión.

El otro ganador inesperado fue la plaza de la Vila, que también superó sus propios pronósticos para hacerse con el tercer lugar con 175 puntos. «Nunca hemos sido favoritos. Nuestra mejor participación había sido un séptimo lugar», explicaba ayer una eufórica Laia Déu, creadora de una cueva de brujas.

REIVINDICACIÓN / Con este resultado, se fueron al traste las expectativas de algunas calles del sur del barrio como Progrés (séptima) y Fraternitat (cuarta) que aspiraban a desbancar a los eternos rivales y que se fueron con cierta decepción.

Tal como habían prometido, los vecinos de la calle de Verdi desplegaron su enorme pancarta reivindicativa después de retirar su premio. Bajo el lema«Respectem els guarnits», los vecinos insistieron en la necesidad de una mayor vigilancia de los decorados y de concienciar a los visitantes con una campaña informativa. «Necesitamos explicarle a la gente que esto forma parte de una cultura que arrastra más de 200 años de tradición. Tenemos que evitar los actos de gamberrismo, pero también el mal comportamiento de algunos padres que dejan que sus hijos maltraten los decorados solo para hacerse una foto», explicó Sergi Font, presidente de la calle.

DECISIONES POLÉMICAS / Como en las últimas ocho ediciones, el jurado de este año fue elegido por un vecino. Esta vez por Ángel Lázaro, que participó durante 25 años en la decoración de la calle de Puigmartí, . «El jurado tuvo la impresión de que este año los decorados eran mejores que los del 2009 y por eso hubo una competencia muy reñida», explicó Lázaro. «Seguro que habrá polémica. Es normal que la haya, incluso es buena, porque demuestra que se trata de una competencia muy viva», dijo Lázaro antes de que se desvelaran los nombres de los ganadores. Al final, las calles distinguidas se bañaron en cava y el resto ya comienza a pensar para el año que viene.