BCN sigue reduciendo el consumo de agua pese a las intensas lluvias

Ya sea por la feroz crisis –el agua no sale del grifo por arte de magia, hay que pagarla– o porque la conciencia ciudadana es impermeable a las insistentes lluvias que azotaron el país el pasado invierno, las estadísticas hablan por sí solas. El consumo diario de agua entre los barceloneses ha vuelto a bajar, situándose en los 108,4 litros por persona y día, 24 por debajo que hace una década –lo que supone el récord europeo de menor consumo hídrico por habitante–, según el informe anual de datos medioambientales hecho público ayer por la Entidad de Medio Ambiente (EMA) del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Su presidente, Francesc Narváez, explicó estas cifras –que juzgó «absolutamente positivas»– refiriéndose al arraigo entre la ciudadanía del sentimiento «de hacer las cosa bien hechas».

Pese a estos numeros tan positivos en general, en el área metropolitana existen diferencias sustanciales entre municipios. Es de justicia destacar que Cornellà, L'Hospitalet, Sant Adrià y Santa Coloma son las cuatro ciudades de la zona cuyos ciudadanos gastan menos agua; las únicas que sitúan su consumo diario por habitante por debajo de los 100 litros. En el otro extremo, Sant Cugat es, con diferencia, la ciudad que más agua consume, superando los 160 litros. Diferencias que Narváez definió como «lógicas», ya que en el municipio vallesano hay también una mayor concentración de piscinas.

El informe recoge también datos (positivos) en cuanto a la progresión de la recogida selectiva en los distintos municipios del área metropolitana y sobre el retroceso en la generación de residuos. El presidente de la EMA destacó una disminución récord en la generación de residuos, descendiendo hasta los 1,38 kilos por persona y día, cantidad que representa la disminución de un 2,43% con respecto al 2008, el descenso más grande de los últimos ocho años, y sitúa la media metropolitana 16 gramos por debajo de la catalana, que está en 1,54 kilos.

Estos datos, muy buenos si se comparan con los exorbitantes números registrados durante los últimos años, siguen siendo superiores a los de años atrás. En el no tan lejano 2000, cada barcelonés producía 1,33 kilos diarios de basura, varios gramos por debajo de la media actual.

Para acabar de loar la actitud activa de los ciudadanos «por el bien común», Narváez apuntó que no solo se había reducido «el volumen de residuos», sino que, además, el 34% de la basura que ahora se genera «tiene como destino final el reciclaje».

Y, pese al optimismo generalizado al que invitan los datos, todavía quedan asignaturas pendientes. La principal es la de la recogida selectiva de la basura orgánica, esa gran desconocida para la mayoría. Únicamente el 33% de los habitantes del área metropolitana hacen uso de los contenedores marrones para la materia orgánica. El concejal quiso hacer una lectura positiva también sobre ese aspecto apuntando que, con el reciente despliegue de la recogida selectiva en Barcelona, Badalona y Santa Coloma, en el primer semestre del 2010 se prevé llegar al 38%.

LA REUTILIZACIÓN DEL AGUA / Como no podía ser de otro modo, no todos los elogios fueron ayer para la ciudadanía responsable. También la EMA se colocó alguna que otra medalla. Pese a que la alarmante sequía del 2008 parece que afortunadamente es cosa del pasado, el aprovechamiento de los recursos hídricos alternativos –principalmente agua regenerada y agua freática– para el consumo no humano de agua ingeniados durante la crisis se han mantenido.

En esa misma línea, también cabe destacar los programas impulsados durante el 2009 para reducir la cantidad de toneladas de basura a tratar, como la creación de la Xarxa de Compostaires Metropolitans (XCM) –que funciona a través de internet en el blog compostmetropolita.blogspot.com– y las campañasMillor que nou, 100%yReparat millor que nou,que fomentan la reparación.