IMPACTO DE LA LÍNEA DE ALTA VELOCIDAD EN EL EIXAMPLE

El pozo del AVE cortará 10 meses Provença-Granados

RAMON COMORERA
BARCELONA

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La que debía ser la última gran afectación en la superficie del Eixample por la construcción del túnel del AVE, y que posiblemente no lo sea ya que se estudia hacer trabajos no previstos en principio en el subsuelo junto a la Pedrera, empieza dentro de cinco días. El gestor de infraestructuras Adif y el Ayuntamiento de Barcelona anunciaron a unos vecinos y comerciantes tan recelosos como poco informados que las obras del cuarto pozo de revisión de la tuneladora que se construirá en el cruce de Provença y Enric Granados cortará la circulación durante 10 meses.

El impacto será importante pero menor al de los otros tres pozos de mantenimiento del topo mecánico (y en el futuro salidas de emergencia) de Mallorca-Trinxant, Mallorca-Padilla y Provença-Bruc ahora en obras. En el caso de Enric Granados se ha podido reducir a la mitad, de 18 a 9 metros, el diámetro del gran agujero por razones técnicas del subsuelo, según explicó el director de la obra, Ramon Banegas.

TRES FASES / Este cambio afecta especialmente a la duración de los trabajos, y por tanto de las molestias a los vecinos, que iban a ser de 16 meses y se quedarán en 10, ya que la ocupación con maquinaria pesada de la calzada y de parte de las aceras de Provença desde Enric Granados a Aribau y el desvío del tráfico y de los accesos a los párkings variará poco.

El pozo se hará en tres fases. Hasta septiembre se desviarán los servicios. Hasta diciembre se realizará la parte más dura con la excavación del agujero y el trasiego de tierra, lodo y hormigón. Hasta abril, por último, se trabajará ya en el interior y se desmontarán, como ha ocurrido hace poco en Mallorca-Padilla, los grandes depósitos y las instalaciones ruidosas donde se trata el lodo generado al hacer los muros con el sistema de hidrofresa. La tuneladora podría pasar por allí entre febrero y marzo, con lo que se estima que en mayo, si no hay imprevistos, se reabriría la mayor parte de la zona.

El medio centenar de asistentes a la reunión celebrada anteayer por la noche en el distrito del Eixample acribillaron a preguntas y reproches a la mesa presidida por el concejal Ramon Nicolau. Ruido, accesos, seguridad y trabajo en sábado centraron las quejas. Los responsables municipales y de Adif aseguraron que habrá un carril y pasos abiertos para los párkings, luz y vigilancia especiales, control del ruido y reuniones periódicas de seguimiento.