Debate sobre la movilidad

El gran espejo de Roma

Un estudio de la Federación Internacional del Automóvil destaca que en la capital italiana, con el doble de motos que BCN, mueren cuatro veces más motoristas al año

EMILIO PÉREZ DE ROZAS
BARCELONA

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Barcelona y Roma son las capitales de los motoristas. A su roce con el Mediterráneo y su buen clima (en la capital romana solo llueve 13 días más al año que en Barcelona, 78 a 65), suman su eterna pasión por las dos ruedas. Un reciente estudio en las dos ciudades con más motos de Europa demuestra que, con el doble de parque, Roma (654.000 motos) tiene cuatro veces más mortandad de motoristas que Barcelona (280.000). El índice de probabilidades de hacerse daño con una moto, en una y otra urbe, es casi idéntico: ocho veces superior que hacerse daño en coche. En Roma, eso sí, existen muchísimos más ciclomotores.

Ese estudio, realizado en Barcelona por el RACC y, en Roma, por el Automóvil Club de Italia, demuestra, tras analizar los datos facilitados por la Guardia Urbana de Barcelona, encuestar a 1.000 motoristas y realizar un amplio estudio de campo, que las causas más comunes en los accidentes son: giro indebido o no señalizado, saltarse un semáforo y distraerse.

Los accidentes de moto son los únicos que no han descendido en los últimos años. En Barcelona se producen 21 heridos diarios.«Sabemos la edad de los accidentados, la cilindrada de sus motos, las causas, los lugares y conocemos los grupos de riesgo, lo que significa que sabemos cómo y dónde actuar», señala Miquel Nadal, presidente de la Fundación RACC, entidad que, con el patrocinio de la FIA Fondation, ha elaborado el trabajo. Nadal no olvida que la accidentalidad de motos costó, en el 2007, 184 millones de euros.

Los menores de 24 años y los mayores de 64 tienen un punto más de riesgo. Los ciclomotores y las motos de gran cilindrada, también. Una curiosidad, cierta: los conductores de coche aceleran cuando ven el ámbar para cruzar; los motoristas, por el contrario, arrancan antes de que el semáforo se ponga verde.

La presión ejercida por los fabricantes de motos, en el 2004, para que los conductores de coches con tres años de experiencia pudiesen llevar motos de menos de 125cc puede que fuese beneficiosa para las fábricas pero hizo que, en el 2007, el 70% de los accidentes fuese protagonizado por ese grupo de riesgo. Otro dato llamativo: la inmensa mayoría de motoristas que han sido multados por saltarse un semáforo acaban sufriendo un accidente.

«Lo primero que tendríamos que hacer–dice el tricampeón Dani Pedrosa–es obligar a los usuarios a llevar un casco como Dios manda y no esos que, cumpliendo las leyes, no protegen nada porque o no son de su talla o ni se los atan». Jorge Lorenzo asegura que no se atreve a ir en moto por Barcelona«porque sería incapaz de no ir deprisa».Giorgiopide a los motoristas que vayan«concentrados e intuyendo lo que hará el coche».

«Los automovilistas deberían respetarnos–dice Sebastià Salvadó, presidente del RACC–pues gracias a los riesgos que nosotros aceptamos, ellos pueden circular. Si esas 280.000 motos se convirtiesen en coches, no habría quien circulara».

Roma, ciudad sin ley

Lluís Puerto, responsable del estudio, asegura que Roma es otro mundo. Respetan poco las normas, los coches aparcan en doble fila, el mantenimiento del pavimento es nulo y el caos político impide políticas preventivas comoMotocivisme, «pues es probable que, a los dos meses, cambien el gobierno municipal, de golpe».«Eso sí–dice Puerto–en Roma hay más caídas y, en Barcelona, más colisiones moto-coche».