COMPENSACIÓN POR EL IMPACTO AMBIENTAL DE LA AMPLIACIÓN DEL AEROPUERTO

El Prat comienza la recuperación del litoral un año después de la T-1

RAMON COMORERA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El hormigón y el mármol de la gigantesca T-1 del aeropuerto de El Prat llevan ya más de un año definitivamente aposentados en medio del espacio natural del delta del Llobregat. Y el asfalto y el rugido de los aviones de la tercera pista, casi seis. El tiempo pasa y la ejecución de las compensaciones por el impacto ambiental de ampliar la infraestructura y para proteger y recuperar el corredor litoral que une las reservas de La Ricarda (norte) y El Remolar (sur), se hace esperar o avanza a paso de tortuga. Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), titular de la instalación, ahora se ha empezado a mover y este mes iniciará la urbanización del primer tramo de los tres kilómetros de costa y paseo marítimo que formarán el parque del Litoral.

Estas obras se añadirán a los dos equipamientos vinculados al mar que ya está construyendo el propio ayuntamiento: las instalaciones del Centre de Recuperació d'Animals Marins (CRAM) casi acabadas (ver página siguiente) y la Casa del Mar para entidades deportivas. En esta estratégica franja de terreno de 450 metros de ancho constreñida entre la tercera pista y la playa de El Prat se prevé desarrollar hasta 15 actuaciones distintas, tanto en características como en magnitud, agrupadas en cuatro bloques. La inversión supera los 14 millones contando solo los proyectos en ejecución.

El desarrollo del parque Litoral es de gran importancia para garantizar el equilibrio ambiental de las zonas húmedas del delta y del mismo municipio de El Prat, cuyo término pertenece a AENA y al aeropuerto en el 61%, como advierte el teniente de alcalde de Urbanismo, Sergi Alegre.

ZONA DE PROTECCIÓN / Los espacios naturales no se han visto afectados directamente por el crecimiento de la infraestructura gracias a la protección legal iniciada en 1987 que hoy ampara a 923 hectáreas. Sin embargo, se han reducido o perdido buena parte de las zonas periféricas de salvaguarda. En estos ámbitos deamortiguaciónalrededor de los humedales, el parque Litoral es una pieza clave tras la gran ocupación e impermeabilización de suelo que ha supuesto la tercera pista.

Las cuatro áreas del parque son, de norte a sur: la de servicios del final de la carretera B-203 que incluye la laguna de la Illa; el pinar de Can Camins; el antiguo campo de golf con la laguna de la Roberta; y la colonia militar. En la primera es donde AENA empieza obras de urbanización que durarán 18 meses y costarán siete millones: derribo de viejas edificaciones ya hecho; mejora del acceso a la playa; construcción de un párking de superficie con 324 plazas; ampliación y regeneración del humedal de la Illa; edificación de un centro de información; y colocación de una pasarela sobre la laguna.

El ayuntamiento construye aquí la Casa del Mar y en el futuro quiere crear una zona de restauración, con ocho locales, y otra de servicios de playa. En este tramo de la costa y a lo largo de 400 metros se construirá a partir de septiembre un dique terrestre enterrado en la arena para protegerla de la erosión de temporales y corrientes. Este año, y por cuarta vez, el puerto de Barcelona se ha gastado 700.000 euros para traer 100.000 metros cúbicos de arena como le obligan las condiciones para ampliar sus instalaciones tras el desvío del Llobregat.

PINAR PRESERVADO / Lo que queda del extenso pinar de Can Camins, el mejor conservado del delta, fue limpiado y vallado por AENA hace tres años. Su gestión como lugar público fue cedida después al consorcio que vela por los espacios naturales de la zona.

Sobre el expropiado club de golf, el ayuntamiento negocia con AENA tres proyectos: crear un complejo de este deporte, pero de distancias cortas (pitch & putt), no elitista y abierto a cualquiera previo pago del servicio; acondicionar la antigua casa del club como restaurante y centro de reuniones; y construir un extenso parque.

Alegre espera cerrar el trato antes de fin de año y licitar las instalaciones. Estas las construiría y explotaría AENA con una concesión, la misma fórmula de los restaurantes. Aquí también se regenerará la laguna de la Roberta.