La bici municipal

Una demanda contra el Bicing se encalla en los juzgados

C. M. D.
BARCELONA

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Un problema habitual del Bicing es que cuando se deja la máquina en una estación, si no queda bien anclada el tiempo corre a cuenta y cargo del usuario, a pesar de que con pasar la tarjeta por el lector se puede confirmar la devolución. Varios usuarios han buscado amparo legal en la Associació per a la Defensa de la Bicicleta. Robert Castro, representante legal de este colectivo, denuncia lo que considera "un fraude de ley" y lamenta que el servicio "se beneficie de la capacidad sancionadora del ayuntamiento."

A principios de abril, el Juzgado número 16 de lo Contencioso Administrativo de Barcelona debía juzgar el primer supuesto cobro indebido a un socio del Bicing. A una semana de la vista, una abogada del consistorio solicitó la "inadmisibilidad del proceso por falta de jurisdicción" del juzgado y alegaba que Barcelona Serveis Municipals (BSM), el gestor del servicio, "es una sociedad de naturaleza mercantil". Su conclusión: tal y como establecen las "condiciones generales reguladoras del acceso y uso" del Bicing, es el Tribunal de Arbitraje y Consumo quien debe mediar.

Para Castro, esta "treta del ayuntamiento es un contrasentido", porque por un lado "alardea del Bicing como buen servicio público" y por el otro no permite que el juez que regula la cosa pública tire adelante una denuncia en su contra porque, según la abogada, BSM actúa "en nombre propio" y las relaciones entre Bicing y demandante "se han desarrollado en el ámbito privado".