Dos hermanos de 4 y 6 años mueren en el incendio de un piso en Barcelona

Una niña de 6 años y su hermano, de 4, han fallecido este lunes en el incendio de su vivienda, en el barrio del Besòs de Barcelona. El hermano pequeño de la familia, de 2 años, permanece ingresado en estado grave en el Vall d'Hebron, donde también ha sido ingresada la madre, con ansiedad y quemaduras que no presentan gravedad, y el padre, con ansiedad. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que los niños se encontraban solos cuando se produjo el incendio y que la madre se quemó al intentar salvar al menor de sus hijos. El niño más pequeño tiene quemaduras en el 44% del cuerpo y se encuentra estable dentro de la gravedad, según han informado fuentes del centro sanitario barcelonés.

El incendio se ha iniciado por circunstancias que se están investigando en la pequeña vivienda ocupada -uno de los muchos pisos 'de patada' del deprimido barrio- en los bajos del número 6 de la calle de Rodes, en la frontera con el barrio de La Mina, donde la familia, de etnia gitana, vivía desde hacía unos cuatro años, según explican los vecinos. Una de las principales hipótesis de la investigación es que el fuego causara un cortocircuito, debido a la precariedad de la instalación eléctrica del piso, que tiene la luz pinchada. 

Mohamed, vecino de la primera planta de la finca, muestra su móvil. "He sido el primero en llamar a los bomberos. A las nueve y diez", relata el hombre, de origen paquistaní. "Salía de casa y he visto las llamas", cuenta. Su vecino de abajo, que vive pared con pared con el siniestrado, explica que ha oído ruido desde las ocho y media, pero que no ha sido hasta las nueve cuando se ha dado cuenta de la tragedia, cuando la madre ha aporreado la puerta pidiendo auxilio. "Pero las llamas eran ya muy grandes y había mucho humo ya en la escalera. Era imposible entrar", revive el vecino entre lágrimas, aún incrédulo.

"Un drama. Esto ha sido un drama", repite mientras pasea por su calle, por donde la tarde anterior había visto a los niños con la bicicleta. "Vivían en los bajos. Estaban mucho jugando en la calle. Todos conocíamos a esos niños", agrega otra vecina que busca consuelo en un grupo reunido en la pequeña plazoleta a pocos metros de la finca incendiada. 

REJAS EN LAS VENTANAS

Los Bomberos de Barcelona han recibido el aviso a las 9.12 horas y han desplazado al lugar 10 dotaciones y tres ambulancias, además del SEM y la Guardia Urbana. El comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens, ha calificado de "excelente" la labor de los bomberos y los equipos de emergencia que se han movilizado hasta el lugar: "Los bomberos han llegado en muy poco tiempo y por eso han podido sacar con vida al tercer niño".

"No se conocen aún las causas del incendio ni si la existencia de las rejas en las ventanas de los bajos han sido determinantes", ha señalado Recasens.

FUEGO AVANZADO

El jefe de día de los Bomberos de Barcelona, Ruben Estela, ha asegurado que "probablemente se ha producido un efecto de condensación al ser una estancia pequeña con las ventanas y la puerta cerradas, y el fuego se ha visto muy tarde desde fuera, hasta que no han estallado los cristales de las ventanas". Algunos testigos corroboran que los niños estaban solos y que la madre "había salido a comprar leche".

Otras nueve personas han resultado heridas a causa del siniestro, la mayoría por ansiedad o por leves intoxicaciones de humo y contusiones. Cuatro de los heridos leves son turistas de origen asiático que se alojaban en un piso turístico -ilegal, según denuncian los vecinos- situado en la planta superior de la vivienda incendiada y que se han descolgado por el balcón para evitar las llamas. El edificio no ha sufrido daños estructurales por el incendio en los bajos, aunque algunos vecinos han sido traslados a un centro asistencial.

El subjefe del Sistema de Emergencias Médicas, Jesús Cabañas, ha explicado que el resto de heridos lo son por inhalar humo y han sido derviados a distintos hospitales cercanos.

CONSTERNACIÓN EN EL BARRIO

Pese a la satisfacción mostrada por los responsables del operativo policial, que aseguran haber tardado solo seis minutos desde el aviso, algunos vecinos de la calle han denunciado que los bomberos han tardado mucho en llegar. "Salían llamas y humo, había gente en los balcones y no venía nadie", ha relatado otro testigo del incendio, quien asegura haber visto cómo la madre de los niños fallecidos aporreaba la puerta desde fuera de la planta baja mientras pedía auxilio "y no venía nadie". 

Todos los vecinos de la finca que en la mañana de este lunes paseaban consternados por los alrededores de la vivienda apuntan que la joven pareja -ella tiene 27años y él 33- es muy conocida en el barrio. "Vivían de patada, como muchos en el barrio, aquí somos todo gente muy humilde", cuenta una mujer que se presenta como familiar de las víctimas pero no quiere dar su nombre a la prensa. "Tenían la luz pinchada, claro, pero no se sabe qué ha pasado. Esto es una desgracia. Solo se puede decir eso", concluye la mujer mientras se aleja del enjambre de periodistas tras el cordón policial que blinda el acceso a la degradada finca, una de las muchas con alumunosis en la zona, la más degradada del barrio.