El homenaje al escritor siciliano abre la semana del género negro

El eterno ausente de BCNegra

El festival dedica una muestra a Andrea Camilleri, al que solo los problemas de salud separan de Barcelona

SIEMPRE FUMANDO  Camilleri, en su casa de Roma, el 2008.

SIEMPRE FUMANDO Camilleri, en su casa de Roma, el 2008.

ERNEST ALÓS / Barcelona

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El Premio Pepe Carvalho, que nació en el 2006 del brazo del entonces imberbe y hoy consolidado festival BCNegra, tiene desde el primer día a un candidato natural, obvio, indiscutible: el siciliano Andrea Camilleri, el padre del policía Salvo Montalbano. Pero los problemas de salud que le impiden desplazarse (últimamente solo sale de casa por causas justificadísimas, como manifestarse contra Berlusconi) han ido impidiendo año tras año el homenaje que se le debe en forma de galardón, que comporta una liturgia para la que él ya no tiene el cuerpo y al que este año se someterá la también veterana sueca Maj Sjöwall: acto solemne en el Saló de Cent, encuentro con los lectores y ronda de entrevistas. Así que, finalmente, BCNegra ha decidido ponerse al día con el siciliano con un reconocimiento, aunque sea en tono menor: dedicarle (ayer se inauguró) la exposición en la Biblioteca Jaume Fuster de Gràcia con la que tradicionalmente se abren los actos del festival, que este año se desarrolla entre el 1 y el 9 de febrero.

Natural, obvio e indiscutible por varias razones. Para empezar, Camilleri bautizó a su policía como Montalbano como «prueba de gratitud» con Manuel Vázquez Montalbán, ya que una de sus novelas,El pianista, le dio la clave para desbloquear la trama deIl birraio di Preston(1995) y porque se trata de un apellido habitual en Sicilia. Esta relación a distancia no dio paso a un encuentro cara a cara hasta septiembre de 1998, cuando Massimo D'Alema los reunió en la fiesta deL'Unità.Pero fue en Barcelona, a donde el siciliano viajó en febrero de 1999, compartiendo cena y paseos con el barcelonés, donde nació una amistad que Camilleri calificó de «siciliana». «La amistad siciliana es un arte difícil, hecha más de silencios que de palabras, que se complace en saber que el amigo se encuentra cerca de ti, te intuye, sabe darte una cosa antes de que tú la pidas. Está hecha de pausas, de destellos en el fondo de los ojos», escribió el italiano en el mensaje que envió el año 2005 al encuentro de escritores de novela negra de Barcelona. Un encuentro al que deberían haber acudido ambos pero que tras la muerte de Vázquez Montalbán en el 2003 se reconvirtió en un homenaje al barcelonés y en el germen, a partir del año siguiente, de la semana BCNegra.

Camilleri envió ese mensaje porque los problemas de salud (88 años hoy, tabaquismo compulsivo) no le permitieron acudir a la cita del 2005, ni a ninguno de los posteriores premios Carvalho que hubiesen supuesto un simbólico reencuentro.

CAMILLERI A TRAVÉS DE SUS PALABRAS / Pero a falta de premio, los fans (esta es la palabra) de Camilleri pueden rendirle sus respetos en la biblioteca Jaume Fuster, en la exposición que muestra al escritor a través de sus palabras. Constreñido por el espacio y el presupuesto, el comisario, Joaquim Noguero, ha renunciado al fetichismo de los objetos para dar todo el protagonismo a los textos. En una pantalla, un repaso a sus temas clave a través de instantes reveladores de la adaptación televisiva protagonizada por Luca Zingaretti. En las paredes, una verdadera antología de pasajes de Camilleri (40 páginas en la versión ampliada que se puede consultar en un ordenador) que recorre sus grandes temas, con apenas algunas fotografías de paisajes sicilianos del psiconalista Miquel Compte que, según Noguero, «como Montalbano, intenta entender al hombre con la inmersión en el medio que lo rodea, su paisaje». Son lasFormes de Camilleri que, a partir del título de su primera novela,La forma del agua, dan nombre también a la muestra.

Noguero empieza por uninforme analítico sobre el método de Montalbano. Una forma de investigar en que se revela que Camilleri fue hasta su jubilación básicamente un director teatral. «Llega a una intuición y prepara una representación ante el culpable que se convertirá en la prueba del nueve que la demuestra», explica el comisario. Después viene el Montalbano disconforme, cada vez más preocupado por la justicia que por la ley («es hijo del 68»), el gran adaptador de formas literarias de los autores que lo han influido (las referencias a Sciascia, Pirandello, Simenon, Pavese, Borges, Vitorini, Kafka, Dürrenmat... son constantes), el escritor que reformula la lengua (sus obras son un festival de usos graduados, personaje a personaje, del siciliano, que desaparece en las traducciones al castellano y recrean vívidamente las catalanas), que está conformado por el paisaje (su Porto Empedocle natal, a partir del cual construye su mítica Vigàta), que mantiene en plena forma sus sentidos (la cocina marinera, las brazadas en el mar en plena noche para aclarar las ideas), que da forma de novela a la crónica de la realidad siciliana (dejando voluntariamente como ruido de fondo a la mafia, para no caer en la trampa de hacer de los mafiosos seductores protagonistas de sus libros)... Con sus novelas de Montalbano, con sus fábulas históricas ambientadas en distintos momentos de la historia de la Sicilia ya unificada, con recursos narrativos variados... Camilleri, concluye Noguero, es «multiforme».