Un vídeo para repasar

No solo encajó el Barça el primer gol (y el segundo y el tercero), sino que perdió el primer partido. El impecable inicio de temporada se truncó de forma abrupta, y en cierto modo inesperada, por la cantidad de errores que cometió el equipo. Sobre todo en defensa, que quedaron cruelmente reflejados en el marcador. Luis Enrique se esperaba las críticas -«sé dónde estoy», dijo en la víspera, prevenido para cuando se produjera una derrota- y antes de leerlas y escucharlas, asumió que el equipo había fallado. Era indiscutible.

Pero Luis Enrique no señaló a nadie. Ni a Ter Stegen ni a Rakitic ni a Alba ni a Alves que se vieron involucrados en acciones puntuales que desembocaron en los tres goles. «En una derrota no suelo valorar aspectos individuales. Encajamos goles y los marcamos todos, En primer lugar, la derrota es mía», fue la reacción del equipo, reacio a señalar con el dedo.

«Tendré que revisar el partido», dijo el entrenador, sin poder precisar aún los motivos de cada fallo individual, «pero sabemos claramente por dónde han venido»: en las pérdidas de balón cuando el equipo salía desde atrás y que desembocaron en jugadas a balón parado. A pesar del cambio de entrenador y del fichaje de jugadores más altos, como Mathieu y Rakitic ayer en el campo, el Barça no ha solventado una de los defectos que tenía de los últimos años.

El mismo nivel

Hoy o mañana, cuando Luis Enrique revise el vídeo y corrobore la impresión que se llevó ayer, analizará la naturaleza de cada fallo. Sin embargo, en la sala de prensa del estadio, negó que el París Saint Germain se hubiera expresado con mayor intensidad, lo que remitiría a una actitud demasiado laxa de sus futbolistas. «Es un rival del mismo nivel que el nuestro», valoró el técnico. «Ir a remolque en el resultado nos ha condicionado y no hemos encontrado posibilidades de hacer daño hasta los últimos 30 minutos». Luis Enrique acarició entonces el empate pero no calificó de injusta la derrota.

El mal ya estaba hecho. «No entramos bien en el partido, a los diez minutos ya perdíamos», reconoció Javier Mascherano, quien pugnaba con David Luiz en la jugada del 1-0. Rakitic perdió de vista a Verratti, el jugador más  bajo del partido (1,65 m. de estatura) en un córner que cabeceó en el segundo poste. «La autocrítica no la tenemos que hacer hoy, sino todos los días», comentó el centrocampista croata, otro de los responsables que habló tras el encuentro mientras intentaba procesar su peor actuación desde que ha llegado al Barça.

«Los errores puntuales nos penalizaron mucho», lamentó Mascherano. Una frase que repitió luego Andrés Iniesta, que prefirió resaltar la calidad del París Saint Germain, «En ciertas nos complicaron mucho las cosas y nos superaron», explicó el capitán el día en que se perdió la imbatibilidad, el primer partido y el liderato.