Una noche de furia en Madrid

Las imágenes delatan el rosario de faltas con las que el Atlético quiso frenar al Barça

Busquets e Iniesta separan a Torres y Neymar en el descanso del partido del miércoles.

Busquets e Iniesta separan a Torres y Neymar en el descanso del partido del miércoles. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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El Atlético acreditó la merecida fama de ser un equipo duro. La noche de furia desatada ante el Barça lo confirmó, por si fuera necesario. Los peores modos se vieron en el segundo tiempo, cuando no había nada por disputar. Diego Simeone daba por perdida la eliminatoria y aceptaba la derrota mínima (2-3), según dijo después. «Por decisión mía jugamos sin aspiración de marcar un gol y para que no nos marcaran», confesó, lo que agrava la actitud de sus futbolistas.

Los jugadores rojiblancos vieron diez tarjetas amarillas, más una Simeone por protestar. Dos en el primer tiempo (Raúl García por dar una patada y Gabi por protestar), dos en el intermedio (Torres por encararse con Neymar y Gabi otra vez por protestar) y seis en la segunda mitad. Giménez fue amonestado por protestar y Arda por lanzar la bota contra el juez de línea, aunque el árbitro solo observó que la tiraba «fuera del terreno de juego por disconformidad». Las dos de Mario Suárez, la de Siqueira y la de Cani fueron por patadas; según escribió Gil Manzano, «por derribar a un contrario en la disputa del balón», sin precisar si, efectivamente, había disputa del balón.

Simeone aseguró que se sintió «orgulloso» de sus jugadores por «su rebeldía». Luis Enrique también se sintió orgulloso de los suyos por la entereza y la valentía mostrada. Y la victoria, también, que le coloca a tres partidos de conquistar su primer título con el Barça. El equipo igualó dos veces el marcador y se llevó el triunfo. El técnico sustituyó a Neymar de nuevo. Esta vez, la novena, porque «el partido se estaba poniendo tenso». El delantero se enfadó con el cambio. También se vio en las imágenes de televisión.

El foco de las estrellas

Neymar fue uno de los detonantes de la furia rojiblanca. Otro lo fue Messi. Sobre ellos -autores de 15 de los 26 goles del Barça desde la derrota de Anoeta- se focalizó la frustración local. El brasileño fue el autor de los dos goles y un provocador, a ojos del Atlético. «Algún día tendrá un problema como hoy», dijo Cani, entre el aviso y la amenaza. El argentino fue el delantero imparable que gestó dos de los tres goles, y que solo pudo ser detenido con faltas: recibió 7 (tres de Suárez, Siqueira, Saúl, Cani y Giménez) de las 16 que sufrió el Barça, casi la mitad. Neymar fue derribado tres veces. Alba (tres), Busquets (dos) y Rafinha fueron los otros damnificados. El Barça cometió 13 faltas. Iniesta fue el más agresivo, con tres. Suárez y Alves hicieron dos.

«Esta fama ya la teníamos antes de hoy. Si alguien habla mal de nosotros es porque tiene envidia», protestó Juanfran, que protagonizó varios conflictos con Neymar. No solo en la furiosa noche de Madrid. El duelo se había calentado en el Camp Nou. El Atlético se quejó del arbitraje por sentirse perjudicado con las dos expulsiones.

Tarjeta sin falta

El gag de la noche fue que Messi vio una tarjeta sin cometer una falta. Gil le amonestó en el primer tiempo cuando chutó con furia una pelota contra la valla. Es decir, «alejar el balón del lugar desde donde se iba a efectuar una puesta en juego», según hizo constar en el acta.

«Nadie está obligado a gustar a nadie, pero hay una cosa que se llama respeto», escribió ayer Neymar en su cuenta de Instagram. El comentario iba acompañado de una foto en la que aparece con la mano en la oreja, como si quisiera escuchar al público. Fue el gesto tras anotar el 2-3. Mandzukic hizo callar al público del Camp Nou en el penalti que marcó en el duelo de la Liga. Después de la falta de Cani a Messi, en el Calderón se escuchó los gritos de «otra, otra» cantados por la afición, pidiendo más infracciones.

Otra fue la tercera victoria en tres partidos del Barça sobre el Atlético. La séptima en siete partidos de los azulgranas desde la caída de Anoeta. Rinden Messi y Neymar y rinden Ter Stegen y Bravo, que solo han encajado tres tantos, dos de ellos de penalti.