HOMENAJE EN EL CAMP NOU

Treinta segundos de respeto

El minuto de silencio no fue tal a pesar del sepulcral respeto y el posterior 'No tinc por'

Imagen del palco del Camp Nou en el partido del Barça y el Betis.

Imagen del palco del Camp Nou en el partido del Barça y el Betis. / JORDI COTRINA

Jordi Tió / Barcelona

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Un minuto son 60 segundos, pero desde hace ya mucho tiempo en el Camp Nou ese espacio queda reducido prácticamente a la mitad. Cuando de lo que se trata es de guardar y respetar el silencio durante ese simple y corto periodo, ni tan siquiera se pudo cumplir en el estadio en memoria de las víctimas de los ataques terroristas de Barcelona y Cambrils. Apenas 30 segundos.

Los prolegómenos fueron excelentes y de una sensibilidad exquisita. El Barça lució una camiseta con el nombre de Barcelona sobre el número de cada jugador. El rival verdiblanco acompañó con una zamarra con el lema 'El Real Betis amb Barcelona'. La alineación azulgrana se cantó anunciando el nombre del jugador seguido por el de la ciudad y, antes de empezar, ambos equipos posaron mezclados detrás de una pancarta: 'Tots som Barcelona'. Pero el minuto de silencio no fue tal.

Todos unidos

Ambos onces posaron alrededor del círculo central y empezó a sonar el 'Cant dels Ocells', la sintonía de siempre en estas situaciones que habitualmente no pasa de los 30 segundos. Se llegó a ese límite, dejó de sonar la música pero el estadio se mantuvo en silencio consciente de que no había pasado el tiempo previsto. Sin embargo, pitó el colegiado para dar por terminado el acto pero a la vez volvió a sonar el 'Cant dels Ocells', interrumpido de nuevo inmediatamente. En fin, un despropósito que estaría bien corregir para futuras ocasiones. 

Lo emocionante, desde luego, fue al atronador "no tinc por, no tinc por" con que irrumpió el Camp Nou, en el grito que ha unido a Barcelona para rechazar el terrorismo islamista. El clamor fue espectacular a pesar de que el Camp Nou no se llenó ni de lejos. Con muchos culés todavía de vacaciones y puede que por el efecto de los atentados, solo 56.480 espectadores acudieron. Es curioso, pero no fueron muchos más de los que acudieron, el mismo día y con el mismo rival, en el estreno de la pasada temporada: 63.876.

Malestar latente

Lo que sí se notó, aunque tímidamente, fueron los gritos de "Bartomeu dimissió, Bartomeu dimissió", aplacados por los cánticos de la grada de animación. Un conato de protesta que se repitió también en el inicio del segundo tiempo, pero que igualmente se extinguió con rapidez aunque no deja de ser un aviso al presidente de que la afición no está nada satisfecha con la gestión deportiva y, desde luego, con la política de fichajes de esta pretemporada.

También se dio una circunstancia hasta ahora inédita en un partido en el Camp Nou: el duelo se pudo seguir por completo y simultáneamente por el videomarcador, eso sí, sin repeticiones, lo que obedece a una nueva normatica de la Liga de Fútbol Profesional.

Lo que no cambió, imposible, es la clase magistral que dio Messi por más gafado que estuviera. Hasta tres trallazos envió a los palos y se quedó sin ver puerta por más que la buscó y mereciera el gol. Pero dio igual, el Camp Nou le aclamó repetidamente consciente de que es el único soporte al que agarrarse con garantías mientras Valverde busca la mejor fórmula para su proyecto y llegan los fichajes.

Aunque no habrá mejor adquisición que la de Leo el día que decida firmar la renovación. Será entonces cuando todos los culés respiren tranquilos y, en especial, Bartomeu y su directiva a los que ya les silbaron los oídos.