Tito vuelve a sufrir

Implacable, cruel, el cáncer ha vuelto a golpear a Tito Vilanova y esta vez, la tercera en dos años, le obligará a dejar de lado a lo que con tanta ilusión se había aferrado hasta ayer. El Barça, anunció por boca del presidente Sandro Rosell, que Tito, a sus 44 años, deja de ser el técnico ante la necesidad de someterse a un nuevo tratamiento. No hubo más detalles bajo el respetuoso deseo de mantener la privacidad de quien se enfrenta a una nueva etapa de esta larga batalla. El club anunciará al sustituto «a principios de la próxima semana». A diferencia de lo que ocurrió esta temporada con la presencia temporal de Roura y pese al reciente fichaje de Rubi, ahora el elegido será un técnico de fuera.

La noticia que ni Rosell ni nadie quería dar ni escuchar se produjo inesperadamente tres días después de que Tito tomara la palabra en la sala de prensa con una fuerza y una convicción que no hacían presagiar este doloroso cambio de escenario. «Para unnoide aquí, depoble, del Empordà tener la posibilidad de entrenar al Barça es una cosa memorable. Mis hijos un día se sentirán orgullosos de que su padre haya entrenado al Barça. Cada día que me siento en el banquillo lo disfruto muchísimo», dijo ilusionado.

Ayer, a las ocho y media de la tarde, Rosell y Zubizarreta se sentaron en la misma sala, con gesto serio y una enorme tensión contenida. En las primeras filas, estaban los jugadores y todos los miembros del cuerpo técnico. Solo faltaba Tito. Todos hubieran deseado estar entrenando como estaba previsto. Pero evidentemente la sesión se suspendió.

PRUEBAS DE CONTROL / Nada que ver con la situación que se vivió en el entrenamiento de la mañana. Era un día más. Eso parecía, con Tito charlando con Roura y dirigiendo al equipo con normalidad, risas, buen ambiente... Después, todo se derrumbó. Tito recibió los resultados de las pruebas de control que se había hecho hace unos días. Y algo cambió para mal. A partir de ese momento, todo se precipitó.

Lo que durante el día empezó con un rumor que fue creciendo conforme pasaban las horas acabó obligando al club a dar un paso que hubiera preferido retrasar hasta el lunes. La intención era mantenerlo en secreto hasta el regreso del hijo de Tito, que está de vacaciones en Nueva York. Pero la noticia se acabó filtrando y el entrenador tuvo que informar a Adrià. Entonces, ya no tenía mucho sentido esperar y el club convocó la rueda de prensa.

Solo habló Rosell, que prefirió leer un comunicado para ser escrupuloso en medio de tantas emociones. Apenas duró tres minutos, que los jugadores siguieron en medio de un tremendo silencio, compungidos, destrozados por este nuevo golpe. «Despues de evaluar el resultado de las pruebas rutinarias de seguimiento a Tito Vilanova esta semana se ha presentado la opción, un tratamiento para seguir controlando la enfermedad, que le hará incompatible desarrollar la responsabilidad de ser primer entrenador. Quiero pediros a todos, en nombre de él y su familia, máximo respeto para su privacidad para este proceso que empieza a partir de hoy», explicó.

Después, anunció que, de común acuerdo con la plantilla, se había decidido anular el amistoso de hoy en Polonia («no hay ánimos»), y que Bartomeu y Zubizarreta serán los encargados de presentar al nuevo entrenador. «La vida continúa. Evidentemente es un golpe muy duro, durísimo para el Barça. Pero ha recibido muchos y siempre se han sobrepuesto y este no será una excepción», añadió el presidente. «Pido pensar en las personas primero y en el club después».

La elección del nuevo técnico choca ahora con el inconveniente de que algunos de los candidatos elegidos ante una posible recaída de Tito esta temporada ya están comprometidos. Los dos casos más claros son Luis Enrique (Celta), con muy buena sintonía con Rosell, y Valverde (Athletic), el preferido de Zubizarreta, mientras Villas Boas (Tottenham) es otra opción. Luis Enrique podría dejar el club gallego. Otro nombre del que ha hablado el vestuario es Marcelo Bielsa, que está libre.