Tejada y el otro Luis Suárez

Justo Tejada muestra un recorte de prensa con el 7-3 al Atlético de 1956

Justo Tejada muestra un recorte de prensa con el 7-3 al Atlético de 1956 / periodico

ELOY CARRASCO / BARCELONA

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Hubo un Luis Suárez que un día marcó cuatro goles en un partido en el que el Barça, como el miércoles ante el Valencia, también marcó siete, pero el que marcó los otros tres no fue Leo Messi, sino Justo Tejada. ¿Un poco lioso?

Han pasado casi 60 años. 23 de septiembre de 1956. Es víspera de la Mercè y se juega en el campo de Les Corts un partido de Liga contra el Atlético de Madrid, la tercera jornada. El Barça viene de una victoria poco convincente ante el Osasuna en el estreno del campeonato y de una derrota en Valladolid. Empieza a haber un ambiente nervioso, un tropiezo sería funesto.

A TODA PRESIÓN

El equipo es consciente de la dimensión del choque y sale a toda presión. Son: Ramallets, Olivella, Brugué, Gràcia, Vergés, Segarra, Basora, Villaverde, Sampedro, Suárez y Tejada. En media hora ya ganan por 3-0. Los dos primeros los marca Luis Suárez, el eterno Luisito, el gallego que ostenta el único Balón de Oro español, y el tercero lo anota Justo Tejada (Barcelona, 1933). "Tengo un recuerdo un poco vago de aquel partido, acabó 7-3", explica en su domicilio, entre recortes de prensa, el que fuera gran delantero del Barça). Sin embargo, detalla: "Yo jugaba por la derecha", añade Tejada, "pero Balmanya [Domènec, el entrenador] me cambió de lado porque se había marchado Manchón, que hasta entonces ocupaba la izquierda. Así que puso a Basora por la derecha y a mi por la izquierda".

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El tridente del Barça parece jugar en otra época. Las cifras goleadoras de MessiSuárez Neymar evocan a aquellas décadas de tanteos tan abultados. "Son impresionantes los tres, es fundamental la compenetración que tienen", señala Tejada. En sus tiempos la plantilla del Barça tenía "diez delanteros". Era cuando en las alineaciones había cinco atacantes, y todos tenían que marcar. "¡Huy, si uno de los cinco no marcaba goles lo empezaban a mirar mal". No era su caso. Cerró sus ocho temporadas en el primer equipo "con 129 goles", precisa con fina memoria. No sabe con exactitud cuántos hat-tricks anotó, como aquel día ante el Atlético, en el que se negó a salir del campo (no existían las sustituciones) pese a que se había hecho daño y tanto Balmanya como el masajista, Ángel Mur padre, se lo pedían a gritos. Sí recuerda los cuatro que le marcó a la Real Sociedad y otros tantos que hizo con la selección "en un partido contra Irlanda del Norte en 1958". Entonces el autor de tres o más goles no se guardaba el balón como trofeo. "En todos mis años en el Barça no me pude llevar ni una camiseta, así que de un balón ya ni hablemos. Alguno sí me podrían haber dado, sí...".

No era tan prolífico Luisito Suárez Miramontes, que el día de los cuatro al Atlético solo tenía 20 años. "Era un fenómeno, era una especie de Iniesta", sitúa Tejada, que ayer habló unos minutos con ese gran amigo al que el Barça malvendió al Inter en 1961.