LA LIGA DE CAMPEONES

Suárez vive su estreno con el Barça

"Estaba tranquilo porque el gol iba a llegar algún día", dice el delantero tras abrir el festival en Nicosia

JORDI TIÓ / NICOSIA (Enviado especial)

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Tal vez el récord de Leo Messi camufle a ojos del gran público la otra noticia más relevante del partido contra el Apoel (0-4), pero a él nunca se le olvidará. Nunca se olvida una primera vez, y los futbolistas jamás extravían el recuerdo de su primer gol. Por muchos que hayan anotado en su carrera, como es el caso de los delanteros buenos. Y el día que Messi acabó el mito de Raúl en la Champions, Luis Suárez abrió su cuenta en el Barça.

En el sexto partido, más tarde de lo esperado, pero un gol cercano a lo soñado. Un golazo en mayúsculas, un 'yo me lo guiso, yo me lo como', en toda regla, que resumió algunas de las muchas virtudes que adornan a Suárez. Creado de la nada, simplemente, casi nada, de la inventiva. De espaldas a la portería recibió Lucho la pelota, con el aliento de Joao Guilherme en el cogote. Tan cercano estaba el defensa del Apoel que al uruguayo le bastó el toque sutil de un taconazo para escabullirse. Se dio media vuelta y enfiló la carrera hacia Urko al que batió con un suave tiro colocado un el delantero supo en el cogote.

El terror de Nicosia

El gol que tanto soñó gritar Suárez acalló el GSP Stadium y ridiculizó la pancarta que estaba colgada junto al córner. 'Feel the terror of Nicosia' ("siente el miedo de Nicosia") se leía. "Estaba tranquilo porque sabía que la posibilidad de marcar iba a llegar algún día", explicó Suárez sobre el césped, negando que sintiera ningún tipo de ansiedad. Él no se sentía presionado ni tampoco le puso presión Luis Enrique, visiblemente satisfecho con la actuación del equipo. "Luis ya nos ayudaba desde antes de jugar", dijo el entrenador, aludiendo a la larga espera (cuatro meses) por la sanción. "Sabíamos que tarde o temprano marcaría y ahora ya se ha liberado entre comillas", añadió Luis Enrique, que quiso destacar el "partido completísimo" que cuajó el Barça en Nicosia "ante un rival muy difícil". Él, dijo, no "tenía dudas" ni de Suárez ni del equipo porque el vestuario confía en su trabajo. "Tenemos una idea clara de lo que queremos", sentenció.

Del mismo modo que vio al Barça a un nivel cercano a lo que aspira --"la primera parte ha sido espectacular", subrayó--, Luis Enrique negó que las posiciones del ataque (Messi por la derecha y Suárez e el eje del ataque) vayan a ser definitivas."Dependerá de cada partido y dónde queramos crear los espacios libres", precisó el técnico, feliz porque en la última jornada del grupo el Barça peleará por el primer puesto (y el privilegio de jugar la vuelta de los octavos en casa) en el Camp Nou.

Dos bajas para la despedida

El cierre de la fase de grupos depara el enfrentamiento en la cumbre frente al PSG, como se podía prever tras el sorteo. El Barça contará con el apoyo de la hinchada, pero sin dos jugadores: Alves, que vio la tercera tarjeta, Rafinha, que vio dos y fue expulsado. "No es un contratiempo la baja de Alves", comentó Luis Enrique, asumido el peligro de que estuviera advertido. Es la posición que tiene más cubierta: con Douglas, Montoya (los dos descartados ayer en la grada) e incluso Adriano. Dos goles de Cavani y uno de Ibrahimovic permitieron al PSG vencer al Ajax (3-1) y presentarse en Barcelona con el liderato.