Suárez, el 'nueve' aún no se encuentra

No está cómodo Luis Suárez. Expresivo como es en todos sus gestos el delantero uruguayo, esa incomodidad se aprecia rápidamente. Incómodo porque forzó al máximo para jugar con Uruguay partidos decisivos en el camino hacia el Mundial de Rusia 2018 acortando en dos semanas el plazo de recuperación que le habían fijado los médicos por "esa distensión en la cápsula posterior de la rodilla derecha".

Acabó el nueve azulgrana lesionado en el choque de vuelta de la Supercopa en el Bernabéu. Debía estar, según los médicos, un mes de baja, pero a los 15 días ya jugó con Uruguay dos duelos decisivos. Ante Argentina abandonó el campo cojeando (m. 82) y resistió hasta el último suspiro frente a Paraguay (m. 89).

Suplente ante el Eibar

Suárez, en su deseo de ayudar a su país, arriesgó más de la cuenta. Desde que volvió, no se le ha visto fino en la toma de decisiones, condicionado, sobre todo, por esos problemas físicos. Pero no es tampoco la única causa de que el nueve no se haya encontrado todavía. Para bien o para mal, el Barça ya no juega a lo que él estaba acostumbrado.

Suárez, el hombre que selló una nada sencilla alianza futbolística y, sobre todo,  humana entre Messi y Neymar, era feliz con ese trío. Ahora, en cambio, asimétrico como dibuja Valverde el Barça en la mayoría de los partidos y con Leo jugando de falso nueve, le toca al auténtico nueve hallar su nuevo rol.

"Este descanso le va a venir bien a Luis en todos los sentidos" (Valverde) 

El dibujo es distinto; el papel de Suárez, también. En cinco partidos, solo lleva un gol (al Espanyol tras asistencia del ahora lesionado Dembélé). Busca otra función –ya no tiene a Ney y Leo escoltándole por las bandas– y en Getafe, por ejemplo, se fue al vestuario sin hacer ni un solo disparo. "Este descanso le va a venir bien en todos los sentidos", dijo el técnico para justificar la suplencia ante el Eibar. Con el 10, Valverde va tirando, pero necesita al nueve.