Sandra Paños, una portera sin miedo

El Barça femenino confía en la ventaja adquirida en la ida (0-1) para eliminar al Rosengard y meterse en las semifinales de la Champions

Sandra Paños, en una parada ante Laura Rafols, su compañera del Barça femenino.

Sandra Paños, en una parada ante Laura Rafols, su compañera del Barça femenino. / periodico

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Ha lavado los guantes como hace antes de cada partido. Colgados y secos, volverá a enfundárselos este miércoles en el Miniestadi (19.00 h) para enfrentarse al Rosengard sueco (0-1 para las azulgranas en la ida de los cuartos de final de la Champions). A Sandra Paños, alicantina (24 años), portera del Barça femenino, internacional, estudiante de INEF, le encanta estrenar guantes en cada partido. Aprovecha los entrenamientospara gastar cada par de manoplas. Luego ya no los usa. Prefiere unos guantes relucientes lavados la noche antes en un ritual que repite semanalmente.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Piden las jugadoras que\u00a0","text":"el Mini registre una gran entrada para colocarse entre los cuatro mejores equipos de Europa"}}Pero esta no es una semana más. Ni un partido más. Se asoma Sandra, esa niña que quería ser karateka y ahora disfruta de la portería, y el Barça de Xavi Llorens, el técnico que primero entrenó a Messi en La Masia, a una frontera que jamás habían descubierto. Llegar al paraíso, meterse entrar en la semifinal.

ENTRADAS GRATUITAS

En estos días, Sandra habrá visto esos cortos vídeos donde estudia a las rivales, especialmente a Marta, la estrella brasileña que tiene en su casa una colección de Balones de Oro. CInco nada menos. Como Leo. Pero la portera azulgrana, hija de futbolista y hermana de jugador, no se obsesiona. Mira, analiza y, sobre todo, procesa.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"No deb\u00eda ser portera,\u00a0","text":"pero un d\u00eda faltaba alguien bajo los palos. Y ah\u00ed se coloc\u00f3. Desde entonces, no se ha movido"}}

No debía ser guardameta, pero un día, siendo una niña alicantina loca apasionada por los deportes, faltaba alguien ahí detrás. «Me coloqué, lo hacía bien y me gustó. Si algo se te da bien y te encanta, pues ya está… Todos los porteros somos peculiares». Y ella lo es.

Pide Sandra que el Mini se llene en una noche cargada de emoción porque nunca el Barça femenino estuvo tan cerca de una semifinal de la Champions. Por eso, el club regala las entradas para arroparlas en una cita tan especial.

"Con los años vas creciendo, vas asimilando cosas y te haces más amiga de la portería" (Sandra Paños)

Ella vino del Levante («allí teníamos que jugar más balones largos») para protagonizar una íntima revolución futbolística. «Aquí tenemos que ser pivotes o líberos dando continuidad con nuestros pies al juego. Es bonito empezar una jugada pasando al lateral y ver como al final termina en gol».

"Antes me ponía más nerviosa; ahora menos. La mente es más importante que las manos" (Sandra Paños)

Sandra es portera con las manos; jugadora con los pies. Pero no se la ve nada agobiada. «¡Qué va! ¡No me asusta! Con los años vas creciendo, vas asimilando cosas y te haces más amiga de la portería. Claro que me siento feliz. Estoy muy cómoda, disfruto del puesto y de ver mis progresos», dice consciente de que debe gobernar la tensión. Incluso, la europea.

«Antes me ponía más nerviosa; ahora, menos. Con miedo no vas a ninguna parte. Si te quedas en la acción en la que fallas, estás muerta. Este domingo, por ejemplo, me pasó con el Sporting Huelva, hice una mala salida y acabó en gol». Ganaba el Barça 4-1, pero le molestó ese error. «Luego hice dos buenas acciones porque la mente es más importante que las manos».