Reencuentro ¿amistoso?

Luis Enrique y Mourinho se miden en el Barça-Chelsea que cerrará la gira de EEUU

Suárez chuta la pelota en un momento del entrenamiento en Washington, ayer.

Suárez chuta la pelota en un momento del entrenamiento en Washington, ayer.

JOAN DOMÈNECH / WASHINGTON (Enviado especial)

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En una breve revisión al pasado personal y colectiva, Luis Enrique y el Barça se reencuentran con un viejo ¿amigo? José Mourinho brinda otra oportunidad de recordar viejos tiempos en un partido que no debería ser un encontronazo como los anteriores. Por el tiempo transcurrido y por el carácter, este sí amistoso, del duelo que cierra esta próxima madrugada (2.00, TV-3) la estancia azulgrana en EEUU.

Después del Manchester United, al Barça le examina el Chelsea, campeón de la Premier y representante de la competición que ocuparía el segundo lugar en el teórico escalafón jerárquico del fútbol europeo si se considera la Liga el mejor campeonato. La derrota ante los diablos rojos (1-3) no ha provocado consecuencias. No hizo falta revisar el vídeo para reprocharse nada. «Cuando juegas contra los grandes de Europa las posibilidades de perder aumentan», reflexionó Gerard Piqué, que solo lamentó la falta de acierto en ataque. «Generamos suficiente fútbol como para conseguir un mejor resultado».

Los penaltis de Courtois

Nadie piensa en una derrota, y menos ante Mourinho. Sin puntos ni eliminatoria por lo que jugar, el índice de crispación debería reducirse a cotas casi inexistentes. A no ser que el técnico portugués empiece a agitarse por la marcha de la pretemporada blue: clara derrota ante el New York Red Bulls (2-4) y empate (1-1) con victoria en los penaltis (6-5) sobre el París Saint Germain en una simbólica venganza de los cuartos de la Champions.

El firmante del triunfo fue Thibaut Courtois, que paró dos y lanzó el tiro decisivo. «No chutaba un penalti desde que tenía 12 años», confesó el meta belga, que sigue teniendo cerca a dos excompañeros del Atlético. La marcha de Filipe Luis, traspasado de vuelta al Calderón, queda compensada con la llegada de Radamel Falcao, que ha huido de los abrazos de Van Gaal. Curiosamente competirá en el eje del ataque con Diego Costa, que fue su sustituto en la ribera del Manzanares. El reencuentro Barça-Chelsea se extiende en otras ramificaciones.

Cesc, otra rama

La de Cesc Fàbregas, coetáneo de generación de Piqué (28 años), de nuevo frente a frente. Ya había sido rival con el Arsenal en su anterior pasado azulgrana, y ahora vuelve a serlo, tras pasar tres años en el Camp Nou, con los colores del eterno rival londinense de su exclub. Disfrutando de una evidente sintonía, Mourinho ha encontrado el sitio ideal a Cesc y este se ha convertido en el referente del fútbol asociativo que nunca ha caracterizado a los equipos del portugués. La otra conexión, también de rivalidad, es la de Thomas Vermaelen, que conoció las trifulcas entre Mourinho y Arsène Wenger en el Arsenal. Ahora escucha «algunas historias en el vestuario» del Barça de la inaguantable tensión que activó Mou en la era Guardiola. «Solo sé que prepara muy bien los partidos, que es muy bueno tácticamente y que quiere ganar siempre», añadió Vermaelen esquivando los charcos.

Contratado por Florentino Pérez para ser el antídoto que atajara el inicio del glorioso Barça que despuntaba, Mourinho solo cosechó tres títulos con el Madrid (Copa, Liga y Supercopa de España) por ocho el Barça, incluido el relevo de Tito VIlanova. En el pack de los daños podría incluirse el 5-0 del Camp Nou.

Dos años han transcurrido desde la marcha de Mourinho y una de la de Cesc. La paz parece haberse establecido. Tal vez se deba a la mala salida que tuvo el técnico del Bernabéu. Tampoco la tuvo muy fluida con Luis Enrique, al que se acusaba de pertenecer al G-4, el grupo más influyente del vestuario. La enemistad con el Barça comenzó más tarde. Mourinho empozoñó la relación en su primera época en el Chelsea, cuando acusó al Barça de querer influir sobre el árbitro sueco Anders Frisk, cuando acusó a Messi de hacer teatro tras una brutal entrada de Del Horno y cuando acusó a la UEFA de ayudar a los azulgranas. Hoy solo es un partido amistoso.