El tridente 'RSN'

La vida sin Messi no es tan cruda como parece mientras Luis Suárez y Neymar mantienen elevadas sus altas prestaciones para camuflar la ausencia del astro. Como el año pasado, cuando el equipo se pasó dos meses sin Leo y el Barça sumó 8 victorias en 10 partidos. Una de ellas, en el Bernabéu; el día que reapareció el argentino, ellos ya habían encarrilado el marcador con tres goles. Se reunieron todos de nuevo y el Barça prosigió su camino en el liderato hasta el alirón final.

La vida sin Messi no implica que desaparezca el tridente. Solo se retoca. La llamada MSN en alusión a los tres integrantes del tridente se trocó con una ‘R’. La de Rafinha. Fue él el elegido en lugar de Arda Turan, que ejerció de extremo durante la ausencia de Neymar. Rafinha cumplió con una de las facetas de Messi. No tiene la capacidad ni la ascendencia sobre el equipo para dirigir el ataque, pero aportó un gol.

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La vida sin Messi será llevadera si Rafinha prolonga su inspiración ante el marco enemigo. Jugó en Leganés de interior y anotó un tanto, maravilloso, con un tiro parabólico desde fuera del área. Luis Enrique le ordenó en Gijon que fuera extremo derecho y conectó un bonito cabezazo en plancha. Dos goles en dos partidos de titular. Los mismos que en las dos campañas anteriores. Solo han transcurrido seis jornadas.

LA GAMA DE SERGI ROBERTO

La vida sin Messi no debería preocupar si Sergi Roberto continúa lanzando bombas inteligentes sobre el área. El reconvertido defensa  -"no veo mejores laterales derechos por ahí que él", dijo Luis Enrique- lanzó tres centros que acabaron en gol. Roberto enseñó toda la gama: a baja altura le sirvió la asistencia a Rafinha para el plástico cabezazo del brasileño; a media altura para que Alcácer se adelantara a Amorebieta y fuera Neymar quien aprovechara el rechace del larguero; y alta, como debe ser, voló la última pelota en la cabeza de Arda.

La vida sin Messi no provocará sobresaltos si la defensa del Barça juega con la seriedad de Gijón, con Roberto y Digne impidiendo centros, con Mathieu sin permitirse ni un despiste y con Piqué despachando las acciones delicadas llegando por velocidad a los ataques que no había anulado por colocación.

LA APARICIÓN DE DOUGLAS

La vida sin Messi puede llegar a ser simple si el rival se descompone con la misma facilidad que el Sporting. Tres minutos de ofuscación le reportaron dos goles en el primer tiempo. El Barça encontró oxígeno cuando andaba medio asfixiado por los golpes del Sporting y la permisividad de Del Cerro Grande con la dureza local.

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La vida sin Messi será divertida si el rival acaba en inferioridad numérica. La expulsión de Lora a falta de un cuarto de hora abrió un boquete que Douglas, evidentemente, iba a ser incapaz de taponar cuando Abelardo le hizo entrar para que el Sporting jugara con cuatro defensas. El Barça marcó tres goles y dos de ellos nacieron por la banda de Douglas. 

La vida sin Messi fomentará el espíritu colectivo del Barça. Suárez se buscará las habichuelas porque recibirá menos pases y Neymar estará concentrado mientras la victoria no quede sellada. Hasta Alcácer detectó un balón para marcar. Lo aprovechará en la próxima ocasión.      

La vida sin Messi será breve. De apenas tres partidos. El primero se saldó con una goleada aparentemente fácil. El miércoles toca visita a Moenchengladbach.