El 'invitado' Cristiano

Hace cuatro años, besó orgulloso su primer Balón de Oro. El inicio, pensó entonces, de una hermosa historia con una pelota que le llevaría a la leyenda. Sin reparar en que un diminuto genio argentino le estaba aguardando para arrebatarle el trondo. Desde 2008, antes de venir al Madrid, todavía con la zamarra roja del United,Cristiano Ronaldo no ha vuelto a disfrutar. Es feliz en el campo, marca más goles que nadie en el Bernabéu, pero se siente como un extraño en un fútbol donde solo hay espacio para un rey: Leo Messi. Él, en cambio, no desiste. Ni se rinde.

Pero cada año es una tortura. Va a las fiestas de laFIFA y de la UEFA con mala cara, consciente de que el destino le ha traicionado. En otra época, en otro fútbol sin Messi o Iniesta, por ejemplo, él sería el rey. El único. Pero en el siglo XXI, Cristiano se ve como un intruso.

En el podio del 2009, por ejemplo, estaban Messi, Xavi y Ronaldo. Dos del Barça, uno del Madrid. En el 2010, tres del Barça: Messi, Xavi e Iniesta. Y en el 2012, dos del Barça (Messi e Iniesta) y uno del Madrid: Cristiano. Siempre ganó Messi. Y el portugués, que abandonó Inglaterra hace cuatro años en busca de una colección de balones dorados, no sabe qué hacer ya, cansado de ser el invitado de la fiesta grande de los demás.