LA JORNADA DE COPA

Villa le da la vuelta

JOAN DOMÈNECH / Barcelona

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Empezó mal el Barça. Tan mal que perdía poco después de haberse disputado el primer cuarto de hora. Fue un excelente gol de Viguera aprovechando una debilidad defensiva de Montoya. Al equipo de Tito, que dejó en el banquillo inicialmente a Deulofeu, le costó entrar en el encuentro. Llegó su reacción en el tramo final de la primera mitad gracias a una excelente jugada por la banda izquierda iniciada por Adriano, que tuvo la mágica complicidad de Thiago en un delicado pase interior que permitió al lateral izquierdo azulgrana firmar el empate. De nuevo, el valor de los laterales para un equipo, el Barça, que estaba encallado.

En la segunda parte, sin embargo, todo cambió. Y muy pronto. Emergió la figura de David Villa, convertido en delantero centro, como en sus viejos tiempos del Sporting, Zaragoza, Valencia y con España, para marcar dos goles y dar la tranquilidad necesaria al Barcelona. En el 2-1, el que era su gol 300 como carrera profesional, eligió un delicado, suave y hermoso lanzamiento de falta desde la frontal del área para remontar el partido. En el 3-1, en cambio, ejerció de cazagoles porque aprovechó un pase de Tello para marcar a puerta vacía. 

Con el partido ya liquidado, Tito Vilanova, el técnico azulgrana, dio minutos a Deulofeu, hizo entrar a Cesc por Puyol, obligando a Thiago, que había recuperado la titularidad, a ejercer de medio centro, mientras Song se retrasaba como central. Curioso el caso de Thiago. Empezó de falso delantero centro, se fue luego a la banda izquierda combinando con Adriano como si fueran Iniesta y Jordi Alba y se recicló finalmente como organizador. Para Tito, el partido terminó mucho mejor de lo que empezó. Y ahora le toca medirse al Córdoba en los octavos de final de la Copa, mientras Villa completó, por vez primera desde su grave lesión en la tibia, los 90 minutos.