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Premio sin gritos

Messi celebra la quinta Champions azulgrana en Berlín

Messi celebra la quinta Champions azulgrana en Berlín / periodico

JORDI TIÓ / BARCELONA

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Lo suyo no es gritar. Eso es para otros. Tampoco le gusta pavonearse. Y mira que podría hacerlo como nadie porque nadie ha logrado lo que él ha conseguido. Pero así es Messi, que hoy volverá a hacer historia convirtiéndose en el primer futbolista que suma dos trofeos de la UEFA al mejor jugador de Europa. Uno lo ganó en el 2011; el otro lo recibirá hoy en el Fórum Grimaldi de Mónaco, donde será distinguido con ese galardón, votado por periodistas de los 54 países inscritos en la UEFA, tras cerrar una temporada espectacular con el BarçaLigaCopa Champions.

Recogerá Messi esa camiseta plateada mientras los otros dos aspirantes a llevársela se lo mirarán con sentimientos encontrados. Feliz estará Luis Suárez, que ha pasado por delante de Neymar, no solo por verse entre los finalistas (una situación nueva y que adivinaba imposible en el Ajax o el Liverpool), sino también por Messi, con quien ha forjado una amistad que parece de toda la vida pese a que hace solo un año que llegó al Camp Nou. Menos contento, puede que hasta mosqueado, estará Cristiano Ronaldo. Tanto si acude a la gala como si se queda en Madrid, ya se sabe que no le hace ninguna gracia cuando le toca aplaudir a los demás y aceptar que hay otros que son mejores.

Bueno, mejores que él solo hay uno, para su desgracia, y este es Messi, a quien el pasado enero se atrevió a retar con desfachatez ante su propia cara, en la gala de la FIFA, mientras sostenía orgulloso el segundo Balón de Oro consecutivo que acababa de ganar, el tercero de su carrera. Tan sobrado se sintió, que no tuvo reparo alguno en advertir a Leo que iba a por él, que quería igualar sus cuatro Balones de Oro y sobrepasarlo. Messi, en la platea, sonrío con diplomacia y tomó nota. Y más después del grito que soltó el portugués para terminar su parlamento, desconcertando al público y propiciando el choteo en las redes sociales.

Pero Messi no estaba para cachondeo. Se tomó en serio la arenga del portugués y quiso poner de nuevo las cosas en su sitio. Esto es, él en lo alto del podio, y el resto, Ronaldo, el primero, por debajo.

La parada de Ter Stegen

Por eso hoy se mirará a todos desde lo alto del escenario, algo que volverá a suceder en enero, cuando en la gala de la FIFA, en el mismo escenario donde Ronaldo le retó, recoja su quinto Balón de Oro, poniendo tierra de por medio con el madridista y alzándose cada vez más en lo alto del olimpo del fútbol. Es lo menos tras acumular su palmarés, con solo 28 años, y andar en el podio de los tres mejores del mundo desde el 2007. Desde ese año, Messi suma cuatro Balones de Oro (2009, 2010, 2011 y 2012), dos de Plata (2008, 2013 y 2014) y uno de Bronce (2007).

Messi también puede ganar hoy el premio al mejor gol de la temporada. El que hizo ante el Bayern, en el Camp Nou. Dejó tirado a Boateng dentro del área con la cadera rota y superó con un suave toque con la derecha la gigantesca figura de Neuer. Igualmente, Ter Stegen opta al premio a la mejor parada. Fue en al Allianz Arena de Múnich, y el meta voló para sacar sobre la línea un tiro de Lewandowski.