Vuelve el tridente, ¿vuelve Neymar?

Las tres estrellas regresan de unas largas vacaciones mientras el Barça espera que el brasileño cierre su crisis con el gol: lleva dos meses y medio sin marcar

Suárez, Neymar y Messi, en el primer entrenamiento del Barcelona del 2017.

Suárez, Neymar y Messi, en el primer entrenamiento del Barcelona del 2017. / periodico

DAVID TORRAS / MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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El tridente está de vuelta. Han sido los últimos en llegar, pero son a los primeros que se espera en el 2017. Como en el 2016. Y en el 2015. A Leo Messi, más que a ninguno, aunque a él no hace falta reclamarle. Siempre está. Y lo mismo Luis Suárez, el mejor aliado del 10, el goleador que no deja de pelear y de marcar, aunque incluso en eso anda por detrás de Messi (23 goles frente a 15). Año tras año, el que marca la diferencia es el de siempre.

A la tercera pieza, en cambio, se la sigue esperando por más que haya aterrizado. Neymar no acaba de chutar. Sus números están lejos de los de sus dos colegas. No pierde la sonrisa, pero su rendimiento no es para estar contento. No solo por su mínima eficacia (6 goles, Arda lleva 11) sino por sus irregulares actuaciones. Hace tiempo que no se le recuerda un partido redondo y se le reconoce más por sus asistencias, una faceta en la que ha mejorado.

Neymar ha cerrado el 2016 casi sin pisar el campo. De hecho, ha jugado más pachangas benéficas en Brasil (tres) en estas vacaciones que partidos oficiales en el Barça (Madrid y Espanyol) en el último mes por la doble sanción que cumplió en la Liga (Osasuna) y en la Champions (Borussia).

LEO, LUIS Y MASCHE, EN EL MISMO AVIÓN

Se acabaron las vacaciones para todos. Sin novedad en el Ciudad Deportiva salvo la lesión de Cillessen Cillessen, el portero de la Copa que no jugará el jueves en San Mamés. El resto, a punto. Y sin retraso. Messi, Suárez, Mascherano (los tres viajaron en el mismo avión) y Neymar cruzaron el charco y aparecieron como estaba previsto. El tridente, más descansado que nunca tras disfrutar de un permiso extra junto con Piqué que les liberó del partido de Copa ante el Hércules. Más de dos semanas de vacaciones (18 días).

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El tridente volvió a reunirse y, para no perder la costumbre, salieron juntos a entrenar. Es el ritual de cada día. Curiosamente, en el campo, han estado más separados de lo que parece. En lo que va de temporada, solo han coincidido en el once inicial en 12 de los 26 partidos oficiales. Entre los JJOO y las sanciones de Neymar, y la lesión de Messi, las tres piezas no siempre han coincidido.

Tal vez, tampoco lo hagan en este inicio de año. Al Barça le esperan dos salidas muy exigentes: Bilbao y Vila-real. Luis Enrique se enfrenta al primer dilema, sobre todo, teniendo en cuenta el escaso margen entre Copa y Liga (jueves y domingo). La cuestión es si recurrir al tridente de salida en San Mamés o reservar a una de las tres piezas pensando en el Villarreal.

A Messi, pendiente como tiene al barcelonismo con su renovación, Messiy a Suárez apenas se les ha visto esto días. No ha habido más noticias de ellos que un par de fotografías familiares que publicaron. Nada que ver con el ajetreo que ha vivido Neymar y que él mismo ha transmitido desenfadamente como siempre hace. No solo ha jugado a fútbol.

Rodeado de sus inseparables amigos, se le ha visto por tierra, mar y aire (llegó en helicóptero a Maracaná), jugando a cartas, a bordo de una lancha, en más de una fiesta, enseñando su nueva casa… Así es Neymar. Y no va a cambiar.  “Yo no juego para ganar el Balón de Oro, juego para ser feliz”, es una de las frases que más repite. Y lo mismo, fuera del campo.

La cuestión es que su rendimiento ha caído en picado. Lleva dos meses sni meter un gol y, en esa alarmante falta de eficacia, hay un fallo que admite que le persigue. El remate que envió a las nubes ante el Madrid cuando tenía toda la portería para él y que habría sentenciado el clásico. Un error que no olvida Neymar.

El tridente está de vuelta. El 2017 se abre con las mismas expectativas que el 2016. No todas se cumplieron. La Champions se quedó por el camino. Pero, más allá de los objetivos deportivos, el Barça tiene uno mucho más prioritario. Atar a Messi lo antes posible. Con Suárez y Neymar renovados hasta el 2021, resolver el futuro del 10 es uno de los títulos que el club debe conquistar cuanto antes.