Sin Messi, Neymar se siente el jefe

El delantero brasileño ofreció en El Molinón una imagen madura y fiable de su fútbol gozando de mayor libertad táctica sin el '10'

Neymar entrega su camiseta a una persona con minusvalía en El Molinón.

Neymar entrega su camiseta a una persona con minusvalía en El Molinón. / periodico

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Acabó el partido en El Molinón, el primero sin Leo Messi saldado con una espectacular lección de eficacia (0-5), y Neymar tomó el camino contrario a los vestuarios. Tenía una misión. Se dirigió el brasileño hacia la zona que tiene reservada el Sporting para las personas con minusvalías para marcar el tercer gol, ese que no subió al marcador electrónico. Se acercó a la banda y regaló su camiseta a Sergio González, un aficionado asturiano, que se llevó a casa el botín más deseado. Antes, la estrella había dejado durante 90 minutos una imagen de madurez cuando más lo necesitaba el Barça. Cuando no está Messi.

Sin el 10, la figura del 11 (con dos goles) y del 9 (Suárez abrió el marcador ante el Sporting con el 0-1 justo cuando el equipo estaba poco fluido), resultaron fundamentales. Además, a Neymar le llegaba la primera cita sin su amigo Leo en otra semana complicada. Al menos, para los demás. Para él, sin embargo, nada cambia.

MÁS CONCIENCIADO

Un día después de que la sección cuarta de la Audiencia Nacional reabriera el caso de su fichaje tras apreciar que se produjeron delitos de estafa y corrupción entre particulares, Neymar exhibió un fútbol más comprometido. Abandonó los arabescos, a veces estériles, concienciado como estaba por la necesidad de suplir a Messi. Aunque le costó entrar en el partido, el delantero fue adquiriendo mayor protagonismo en el nuevo dibujo táctico del Barça.

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Parecía que jugaba a lo mismo Luis Enrique (un aparente 4-3-3, con Rafinha moviéndose inicialmente por la banda derecha), pero, en realidad, era un profundo cambio estructural. El origen del juego ofensivo azulgrana cambió totalmente de sitio. Sin Leo, casi todo nació  en la banda izquierda para terminar en la otra punta.

DE UN LADO A OTRO

Tres de los cinco goles al Sporting llegaron por la banda derecha gracias al dinamismo de Sergi Roberto y su precisión en el centro. Pero fue Neymar quien asumió con brillantez el rol de jefe del equipo. No solo por los dos tantos, el 0-3 digno de un nueve de toda la vida, aprovechando el rechace del larguero en el disparo de Paco Alcácer y otro, el 0-5 final, colándose por el carril zurdo tras asistencia de Denis.

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Da la sensación de que a más ruido externo a su alrededor más se divierte Neymar. A más responsabilidad para el brasileño, más liberado se le ve. Hace un año, cuando Messi estuvo dos meses lesionado, ya pasó algo así.

Quizá, por eso, Luis Enrique no lo saca del campo, algo que sí hace con Suárez, sustituido dos veces en una semana: Leganés y Sporting. Desde que volvió de los JJOO, con el oro en el cuello, Neymar lo juega todo. Es el amo.