Nadie como Koeman

Una mirada al punto de penalti del Barça en el último cuarto de siglo revela que no hay nadie tan fiable como Koeman. Siendo defensa como era, moderno y adelantado a su tiempo, con un excelente pase largo, el héroe de Wembley transformó cada penalti en un ejercicio de precisión. Y puntería. Solo falló seis elevando su tasa de acierto hasta un impresionante 87,5%, muy superior a los números que firma ahora mismo Messi: 77,9%.

Ha perdido el 10 la tranquilidad que le proporcionaba su rincón de seguridad. Solía disparar a su derecha, o sea a la izquierda del portero, para asegurar el disparo. Pero en los seis últimos que le han parado han sido siempre ahí. O sea, el rincón de Messi ha dejado de ser seguro.

Cambio en el tiro

Koeman era frío. Y potente en el disparo. Stoichkov, furioso. Rivaldo, con un 80%, exquisitamente preciso. Etoo, imprevisible. Marcaba el camerunés casi tantos (8) como fallaba (7). Y Ronaldinho, el predecesor y maestro de Messi, sorprendía por su sosiego y puntería: 82,8%. Tipo fiable el Gaucho. Ahora, el 10 del Barça cambió incluso su manera de tirarlos -la carrera, de apenas dos segundos, es más corta y más rápida- casi sin mirar el portero. Antes, Messi salía desde la línea del área grande tomándose más tiempo y, sobre todo, bastante más larga dependiendo su elección final de la respuesta previa del guardameta enemigo.

Comparando la misma racha de 59 penaltis, Cristiano Ronaldo, el delantero del Madrid, ha fallado cinco penas máximas; Messi, en cambio, lleva ya 13. Y la confianza del delantero argentino, elemento fundamental en estos lanzamientos donde no todo es la técnica, ha descendido notablemente este curso al haber errado tres de seis. O sea, un 50% de acierto, llegando incluso a dejar a Neymar tirar un penalti ante el Villarreal (Copa). Pero el brasileño también lo falló.

«Tengo confianza ciega. Sin ninguna duda nuestro lanzador es Messi», proclamó Luis Enrique para arropar a la estrella. Es el número uno de la lista. El número dos es Neymar, el especialista de Brasil, atrapado también por esa maldición del agujero negro. Ocho penaltis lleva el Barça esta temporadas, tres fallos y un semifallo, el que paró Oblak, meta del Atlético, aunque el rechace posterior acabó en gol, mientras Messi busca nuevos rincones de seguridad.