Muere en el Everest el alpinista ruso Alexéi Bolótov

El alpinista ruso Alexéi Bolótov ha muerto este miércoles tras precipitarse al vacío mientras trataba de abrir una nueva ruta por la cara suroccidental del Everest, en Nepal, según ha informado la Federación de Alpinismo de Rusia (FAR). Al parecer, la cuerda que sostenía al deportista se ha roto a una altura de 5.600 metros.

"Bolótov, junto a otro conocido alpinista de Kazajistán, Denís Urubko, trataban de abrir una nueva ruta por el centro de la pared suroccidental. Esa ruta no la había hecho nunca nadie", ha precisado Anna Stolbova, portavoz de la FAR.

Urubko ha mandado un mensaje a la página web mountain.ru sobre el accidente sufrido por su compañero: "No sé cómo escribir esto. Alexéi realizaba un descenso, pero la cuerda se ha roto tras desgastarse en un saliente de roca afilado y ha caído a una profundidad de 300 metros. Su muerte ha sido instantánea".

El escalador ruso, de 50 años, era uno de los más reconocidos en el mundo del alpinismo tras conseguir dos Piolets de Oro, el máximo galardón internacional en este deporte de riesgo que otorga un jurado francés desde 1991: por el primer ascenso a la cara oeste del Makalu (1998) y el primer ascenso a la cara norte del Jannu (2004).

Casado y con dos hijos, había coronado 11 de las 14 cimas del mundo con más de 8.000 metros de altura. También participó, junto a Urubko, en el intento de rescate de Iñaki Ochoa de Olza en el Annapurna en mayo del 2008, después de que el alpinista español cayera enfermo a 7.400 metros de altura, donde murió agotado cinco días más tarde. La infructuosa expedición quedó reflejada en el documental 'Pura vida', de Pablo Iraburu y Migueltxo Molina.