La boda de conveniencia de Mourinho y el Manchester United

La prensa inglesa da por hecho que el portugués entrenará en el club de Old Trafford, desesperado por parar el golpe del fichaje de Guardiola por el City

Mourinho y su ayudante habitual, Rui Faría, observan el partido de la Bundesliga entre el Hertha de Berlín y el Borussia de Dortmund, el pasado día 6

Mourinho y su ayudante habitual, Rui Faría, observan el partido de la Bundesliga entre el Hertha de Berlín y el Borussia de Dortmund, el pasado día 6 / periodico

POL GUSTEMS / MANCHESTER

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No existe un vínculo emocional fuerte entre José Mourinho y el Manchester United. El club no siente que sea la persona idónea que encaje en los valores e idiosincrasia de la entidad y el entrenador portugués sabe que debe renunciar a ciertos comportamientos y actitudes para aceptar el puesto en el banquillo de Old Trafford. Sin embargo, se ha creado un clima en la ciudad donde el matrimonio de conveniencia parece irremediable.

Se necesitan el uno al otro. O eso ha sabido vender Mourinho, que ha jugado sus cartas a la perfección para colocarse  en el escaparate como la única solución posible. Él requiere un banquillo de prestigio en Inglaterra, donde desea quedarse con su familia, y el United persigue una reacción en forma de antítesis al anuncio del fichaje de Pep Guardiola por el Manchester City.

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Sir Bobby Charlton dijo en diciembre del 2012 que Mourinho no tenía pasta de futurible de su estimado club: "Pontifica demasiado, para mi gusto. Es muy buen entrenador, pero no iría más lejos". Es solamente una de las voces en la alta jerarquía de la entidad que recomiendan alejarse de la idea instaurada en todos los medios de comunicación.

El director ejecutivo, Ed Woodward, es un ferviente defensor de Louis van Gaal y considera que el trabajo del holandés en el desarrollo interno del club, en la parte que no se ve, es muy positivo. Este jueves, mientras anunciaba que el club está en camino de unos ingresos récord anuales de 500 millones de libras, Woodward evitó pronunciar el nombre del actual entrenador, a seis puntos de la cuarta plaza, que da acceso a la Champions League, objetivo mínimo que podría salvar su cabeza.

EL DEBATE ACALORADO

Las conversaciones ocultas entre Mourinho y el United estarían tan avanzadas que el diario 'The Independent' publica el futuro sueldo del portugués: 19 millones de euros por temporada, en un contrato de tres años. Los tabloides han filtrado también que Mourinho habría comentado a sus amigos más cercanos que el acuerdo verbal es un hecho, sin haber firmado todavía ningún documento. Si Van Gaal ha dispuesto de 300 millones de euros repartidos en dos veranos, Mourinho reclamaría una cantidad parecida para confeccionar una plantilla a su gusto. En ese supuesto, la continuidad de Juan Mata, a quién el portugués ya vendió cuando era manager del Chelsea, es una de las incógnitas más destacadas.

No hay un solo líder de opinión que no se haya pronunciado. Thierry HenryHarry Redknapp y su hijo Jamie, y Alan Shearer aconsejan al United la contratación de Mourinho. Rio Ferdinand no se moja porque tiene un amigo como alternativa para el banquillo, Ryan Giggs. Y curiosamente, Graeme Souness y Jamie Carragher, con pasado legendario en el Liverpool, lo ven con malos ojos. Este último fue especialmente duro en Sky Sports: "Si le fichan, enseñarán que tienen miedo. Están tan desesperados por ganar títulos que traicionarán los principios de la entidad de los últimos 50 años"

OLVIDARSE DE LOS VALORES

Si finalmente accede a la solución Mourinho, el Manchester United pasaría de liderar a reaccionar. Con malos resultados, en el 2013 el club de Old Trafford eligió a David Moyes de forma sorprendente pero con una lógica propia. La misma que llevó a Van Gaal a Manchester hace dos veranos. Otro efecto reactivo lo anunció Woodward ayer con promesas de inversión y crecimiento de la academia, tan desvalorizada en los últimos tiempos que incluso Robin van Persie llevaba a su hijo a entrenar con los equipos inferiores del Manchester City.

Espantados por el potencial de sus vecinos con Guardiola, olvidarían sus valores para ser competitivos a corto plazo. No quieren ser el nuevo Liverpool y pasarse un año más sin ganar la Premier League. La llegada de Mourinho, a priori, parece inevitable.