El partido del Camp Nou

Y Messi fue sustituido

Luis Enrique retiró primero a Neymar, después al 10 y también a Iniesta pensando en el Bernabéu, con tres cambios muy seguidos

Descanso 8 Messi, en el momento de retirarse del campo.

Descanso 8 Messi, en el momento de retirarse del campo.

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Más allá de la precisión de Neymar (primer disparo a puerta, primer gol) y de las infinitas genialidades de Messi (asistencia celestial en el 1-0 al brasileño, alejándolo del defensa y del portero, trazando una ejecución del pase a una velocidad inimaginable para todo el Ajax) queda ya la confirmación total de que se entienden como nunca. En la pasada temporada, con Martino en el banquillo, eran dos delanteros que parecían jugar en un equipo distinto. Y en esta, con Luis Enrique, juegan en la misma frecuencia, conectados por un invisible hilo a la espera de que llegue Suárez en el Bernabéu.

No, no es por la cantidad de goles que han marcado ambos: Neymar suma 10 (ocho en la Liga, dos en la Champions) y Messi alcanza los nueve (siete en Liga, dos en Europa). O sea, 19 de los 28 que lleva el Barça en este nuevo proyecto. No, no está en las cifras el secreto de esa maravillosa complicidad que tienen, ahora sí, las dos estrellas del ataque. En el primer tanto, Messi hizo del nuevo Messi. Se puso a cabalgar con la pelota, mientras Rakitic, que ejercía, de manera provisional, de falso nueve, generaba el espacio para que la velocidad de Neymar hallara el momento adecuado para conectarse con Leo en una deliciosa jugada. El gol, supersónico en el diseño, rapidísimo en la ejecución, quedó como prueba de esa excelente sociedad.

Descanso a las estrellas

Después, Messi quiso ser Neymar por una noche. O sea, que Iniesta fuera Leo y le sirviera un maravilloso balón en el interior del área rasgando la numerosa defensa del Ajax con tanta delicadeza que ni se enteraron. Inventó un pase increíble donde antes no había nada. Y Messi le dio categoría de gol para que no quedara en el olvido. Resuelto el partido, a Luis Enrique le dio por ir quitando a las tres estrellas de la noche. Primero a Neymar (entró Sandro), después a Messi (pisó Munir el campo) y, al final, a Iniesta (reapareció Rafinha). Pero, tras el no cambio de Leo ante el Eibar, el morbo estaba asegurado cada vez que el cuarto árbitro levantaba el cartel electrónico.

Hasta que en el minuto 65 todo el Camp Nou descubrió que estaba el 10 de Messi. Era la primera vez que la estrella argentina no completaba los 90 minutos con Luis Enrique. Algo inusual. Tan extraño fue que esa sustitución es la más rápida, sin contar lesión de por medio, en los seis últimos años. «Se dicen muchas cosas. Pero Luis Enrique es el técnico. Si me tiene que cambiar, me cambia. No hay ningún problema», aclaró la Pulga,

Desde noviembre del 2008, cuando Guardiola empezaba su época en el Camp Nou, no dejaba Messi un terreno de juego pasada la hora de partido. Fue entonces en el 69 cuando entró Bojan para jugar los minutos finales contra el Atlético en el Camp Nou. Tanta prisa le entró a Luis Enrique por ir retirando a las tres estrellas que miró angustiado el reloj hasta que llegó Sandro y le llevó la calma.

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