Mascherano, intocable pese a la oferta de la Juventus

El jugador argentino se debate entre una oferta de la Juventus o afrontar la nueva competencia en defensa que tendrá en el Barça

Javier Mascherano, durante la celebración del doblete en el Camp Nou

Javier Mascherano, durante la celebración del doblete en el Camp Nou / PERIÓDICO

ALBERT GUASCH / BARCELONA

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El Barcelona considera intocable a Javier Mascherano. Lo considera así porque el entrenador, Luis Enrique, no quiere ni oír hablar de la salida del jugador argentino, al que tiene como una extensión suya en el terreno de juego.

Esto viene a cuento por las informaciones que aparecieron este martes acerca de los contactos que el mediocampista reconvertido en central ha mantenido con la Juventus de Turín. Se ha hablado de un principio de acuerdo con el campeón italiano por tres temporadas.

No se trata de un mero rumor preveraniego. Mascherano, a punto de cumplir 32 años, medita en estos momentos sobre su futuro. En el Barça le quedan dos años aún de contrato, pero alberga dudas.

Tiene dudas deportivas. Sabe de la llegada de uno o dos centrales para reforzar la plantilla azulgrana y, pese a haber sido uno de los futbolistas más utilizados por Luis Enrique en la campaña recién finalizada, Mascherano no ve claro su rol en el equipo. Contrariamente a la imagen de seguridad que transmite, el argentino se siente en ocasiones en condiciones de inferioridad, duda de sí mismo, cuestiona sus propias posibilidades, aunque luego la realidad convierta en infundadas tanta tortura interna.

EL FRENTE FISCAL

La otra causa de plantearse una mudanza está relacionada con sus problemas fiscales. Cabe recordar que en el pasado mes de enero, Mascherano aceptó una pena de 12 meses de prisión por delito fiscal, una condena que no debe cumplir por la ausencia de antecedentes, pero que preocupa al jugador y a su entorno ante la hipotética aparición de cualquier otro desliz con Hacienda. Un error más en este terreno sería fatal para el jugador.

Evidentemente, el deseo del jugador no implica automáticamente que el Barça vaya a desprenderse de él. Faltaría que el club azulgrana aceptase negociar con la Juventus y se entendiesen en el precio. En estos momentos, Mascherano cuenta con una elevada cláusula de rescisión de 100 millones de euros. Cuando aterrizó en Barcelona, solicitado por Pep Guardiola en el 2010, el club desembolsó unos 25 millones de euros. Guardiola lo recicló enseguida como central. Y así durante seis temporadas.

Además del entendimiento entre los dos clubs, habría también que convencer a Luis Enrique, quien ha demostrado una confianza absoluta en el jugador argentino para acompañar a Gerard Piqué. En estos momentos, el técnico asturiano no piensa prescindir de ninguno de los centrales de la plantilla hasta que cuente con un relevo. Y eso vale incluso para alguien tan infrautilizado como Marc Bartra, que ya ha comentado a todos sus compañeros su voluntad de emigrar ante la falta de oportunidades. Pero hasta que no se ate a un recambio, Bartra no se mueve.

AUTORIDAD Y PERSONALIDAD

La entidad azulgrana le ha planteado a Bartra la posibilidad de irse cedido, pero él prefiere una venta y en este sentido el Valencia le ha hecho saber su interés. No es el único equipo que le ha tentado, pero la oferta valenciana es la que más le agrada. Significa, además, mantenerse en la Liga BBVA, que es lo que quiere.

De Mascherano, Luis Enrique valora su rendimiento pero también su personalidad, su autoridad en el vestuario y por supuesto su ascendencia sobre Leo Messi y Luis Suárez. Con ellos se sienta a menudo en el avión, como la noche de regreso de Granada tras ganar la Liga. Envió una foto de los tres por Twitter con el siguiente texto. “Balón de Oro, Bota de Oro y yo. Jajaja. Campeones”.