Luis Enrique califica de "placer" jugar en San Mamés

"Un placer" y "una dificultad máxima". Opiniones contradictorias, opuestas, genera a Luis Enrique la visita a San Mamés para enfrentarse al Athletic. El ambiente del campo, la majestuosidad del estadio bilbaíno brinda la sensación positiva; el trago de combatir al cuadro rojiblanco, con su presión y su agresividad, que es el mayor problema que tendrá el Barça, induce al técnico a calificar el duelo de este domingo, de la segunda jornada de Liga, como "uno de los más complejos" del campeonato.

No será el Athletic, sin embargo, uno de los equipos más imprevisibles. Sigue con Ernesto Valvede como entrenador y las limitaciones que se impone el propio club de alistar a futbolistas vascos reduce al mínimo las novedades en la plantila. Apenas algún jugador del filial rejuvenece al vestuario.

LA BUENA ELECCIÓN

Luis Enrique no espera cambios en el estilo del adversario. "Me encanta el Athletic cuando le veo competir. Nunca habrá un partido fácil contra él, al menos en la época que me toca vivir a mí", ha dicho el entrenador azulgrana tras el entrenamiento de este sábado, en el que ya no ha participado Douglas, que ha sido cedido al Sporting. Ni Samper, que ha sido prestado al Granada. "Ha escogido bien yéndose a un equipo con un entrenador al que el gusta el buen fútbol", ha reflexionado Luis Enrique.

Por el contrario, Munir sigue en el Barça a la espera de que se cierre el fichaje de Paco Alcácer, y va convocado a Bilbao. Todavía no aparece en la lista, aunque se ha entrenado con sus nuevos compañeros, el holandés Jasper Cillesen. El suplente de Ter Stegen será Masip.

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Sobre los porteros, Luis Enrique ha querido subrayar dos cuestiones. En primer lugar, destacar "el trabajo y la profesionalidad" de Claudio Bravo en sus dos campañas en el Barça. Y, al hilo de la marcha del meta chileno, deseaba "recalcar y salir al paso de los rumores que hay, el excelente comportamiento de los tres porteros", un aspecto sin el cual, a juicio del técnico, no se habrían conquistado ocho títulos de los diez disputados con ellos. El técnico ha evitado pronunciarse sobre si mantendrá la fórmula de repartir las competiciones, pese a que ha sido, ha añadido, una de las claves de los éxitos.

EL MORBO CON EL CITY

Bravo ya está en Manchester, pero pronto volverá. Con el City, en la Champions. "Así podrá despedirse y la gente podrá agradecerle su aportación", ha dicho, como si fuera un aspecto sentimental pendiente de liquidar. También será un regreso morboso, como el de Pep Guardiola, que antes visitó el Camp Nou con el Bayern de Múnich.

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"Los culés ya sabíamos antes del sorteo que nuestro grupo sería bonito", ha dicho Luis Enrique con ironía sobre la presencia del City, el Borussia Moenchengladbach y el Celtic de Glasgow. La complicación de la primera fase contrasta con la suerte del Madrid, que quedó emparejado con el Borussia Dortmund, el Sporting de Portugal y el Legia de Varsovia.