La última gesta de la estrella

El jugador perfecto

Los 86 goles de Leo Messi la vuelta al mundo y aumentan la leyenda de un genio único.

David Torras y Marcos López

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Camino de otro récord: el cuarto Balón de Oro

El misterio se desvelará el 7 de enero en la gala de Zúrich. De momento, se saben los tres finalistas: Messi, Iniesta y Cristiano. Toca esperar. En teoría, claro. Desde que Leo irrumpió en el escenario, no hay demasiado suspense. Ni siquiera alguien que debería mantener cierta distancia por su condición de presidente de la UEFA y dueño de tres Balones de Oro, ha evitado decir en voz alta lo que casi todo el mundo piensa. «Leo nos va a superar a todos», confesó Platini, el único que los ganó de forma consecutiva, refiriéndose también a Cruyff y

Van Basten. Desde que Cristiano ganó el primero y dejó el Manchester por el Madrid, Messi se ha convertido en una pesadilla. Y siempre está mejor acompañado. Xavi o Iniesta están a su lado. Hace dos años, estuvieron los tres hijos de La Masia. Era la gala de Iniesta y hasta Messi se sorprendió. El cuarto está al caer.

Titular en 14 de los 15 partidos y solo ha descansado una hora

Con Tito, el método Messi es idéntico al de Guardiola. Lo juega todo. O casi todo. Tan solo ha descansado durante una hora en la Liga. Ha sido titular en 14 de los 15 partidos, jamás fue sustituido ya que completó siempre los 90 minutos. La única vez que su nombre no figuró, de entrada, en la alineación tenía una explicación. Llegaba de un viaje con Argentina y el técnico lo sentó en el banquillo de Getafe. Pero ni una hora estuvo ahí. A los 58 minutos de partido, entró por Thiago, ya con 0-1 en el marcador, y metió dos goles en apenas cuatro minutos, uno de ellos de penalti.

En Europa, lo mismo. Solo fue suplente ante el Benfica la noche en que el Camp Nou se paralizó por el miedo al verle caer lesionado. También salió en el minuto 58. Nada es azar en Tito. En la Copa, por ejemplo, aún no ha debutado. Igual, mañana en Córdoba.

Sin los goles de penalti aumentan más las diferencias

Al margen de lo incomparables que resultan muchos goles de Messi, la distancia con los que andan tras sus pasos a lo lejos aumentaría si se elimina una acción que, curiosamente, al Barça no acostumbran a pitarle con tanta facilidad como a otros. Y no será porque no pise el área. De los 23 goles de Leo, solo uno ha sido de penalti. Las cuentas de Falcao y Ronaldo, en cambio, han aumentado considerablemente gracias a esos lanzamientos: 6 para el rojiblanco y 4 para el madridista. Si se eliminaran esos tantos, las diferencias resultaría ya siderales y Messi sumaría más del doble que sus dos competidores. Pero precisamente, el recuerdo de un penalti es una de las pocas torturas que le persiguen. «Tengo una espina clavada», dice. Es el penalti al larguero ante el Chelsea.

Ha logrado 74 de los 86 tantos desde dentro del área

Messi es zurdo. Zurdo cerrado. No es casual, por lo tanto, que 76 de los 86 goles (el 88%), hayan sido con la pierna izquierda. Solo siete tantos con la derecha (8 %) y tres ha marcado con la cabeza (4%). A la estrella del Barça se le vigila cada vez más. Y con más efectivos. Pero es realmente indetectable. Solo así puede entenderse que, pese a que los defensas lo intentan encarcelar, ha marcado 74 goles desde dentro del área, incluyendo los 14 penaltis que ha tirado este año. Los 12 restantes han sido desde fuera del área con siete lanzamientos de falta, faceta del juego en la que ha mejorado notablemente.

Iniesta, con nueve asistencias, ha sido su principal socio durante el 2012. El domingo, en Sevilla, le dio dos. Cesc (6) y Alexis (6) han sido los otros dos principales asistentes.

La mano de tres técnicos: Rijkaard, Guardiola y Tito

No tienen que decirlo los demás, lo dice él mismo. Y no se cansa de repetirlo. Messi no sería lo que es sin la tranquila pero eficiente tutela que ejerció Rijkaard, de quien Leo habla siempre con tanta admiración como agradecimiento. «Él me supo llevar muy bien», proclama, aunque en aquella época no siempre lo entendió. Quería ir más deprisa. La mano de Guardiola resultó mucho más determinante en el campo. «Leo no puede estar cinco minuto sin tocar la pelota», fue la reflexión que llevó a Pep a cambiarle de posición, una decisión que explotó en el 2-6 del Bernabéu. «Vas a meter 40 goles», le dijo. Se quedó corto. Guardiola activó un mayor control sobre sus hábitos y le liberó del fantasma psicológico de las lesiones musculares. Tito, partícipe de esa gestión y que mantiene el ascendente de su etapa de cadete, está siguiendo el mismo camino.

Messi es cada vez mejor que su gran rival: Messi

Desde que empezó a batir récords, se ha dicho que el peor rival de Messi era Messi. Al principio, era más una buena frase que un convencimiento porque nadie podía intuir hasta dónde llegaría ese talento. En los últimos tiempos es una verdad absoluta. Nadie puede competir con Leo, nadie está a su altura por más que se empeñen quienes han intentado compararle a Cristiano. Messi ha pulverizado sus propias marcas año tras año, aunque nunca con la efectividad que está mostrando en este inicio de Liga. Lleva 23 goles, una cifra que le acerca a alguno de los pichichis de final de temporada. En el 2005, por ejemplo, Forlán ganó la Bota de Oro, que le arrebató a Etoo, con 25 goles. Un año después, Etoo metió 26. Hace 10 años, Tristán lo ganó con 21. En los tiempos de Müller, en el 71, Gárate y Rexach compartieron el Pichichi con 17.

Raúl, Zarra, Maradona, Alcántara...

Destronados en poco más de un mes Pelé y Müller, el horizonte de récords se amplía para Messi. Por delante cuatro grandes fronteras por derribar. A sus 25 años, es el máximo goleador en la historia del Barça en partidos oficiales por delante de César. Pero es el tercero si se añaden los amistosos, ya que este suma 305 tantos, cerca de Samitier (333) y un poco más lejos de Alcántara (369 goles). En Argentina, Batitusta, con 56, es el delantero más eficaz de la selección; luego están Hernán Crespo (35) y Maradona (34). Pero Messi, con 31, está muy cerca de ellos.

En la Liga, Telmo Zarra, con 251 goles, es el pichichi de la historia, mientras el azulgrana ocupa el noveno lugar del ranking, con 192, oteando ya a Hugo Sánchez (234), Raúl (228), Di Stéfano (227), César (226), Quini (219), Pahiño (210) y Edmundo Suárez (195). En Europa, sus 56 goles le acercan a Raúl (71).

«Messico 86, el Picasso del fútbol, el Messias, ET...»

En Argentina, en su país, no hay dudas: 'Messico 86', es el titular del diario Olé evocando la cifra de goles y el recuerdo del Mundial que conquistó la Argentina de Maradona, el único título que le falta realmente a Messi para tener el rango eterno que caracteriza al Pelusa. En Alemania, una vez desempolvado el recuerdo del Torpedo que ya ha sido batido, Bild, el diario sensacionalista, el más vendido, argumenta que «no existen límites para él» tras superar al exdelantero del Bayern Múnich.

«Ha caído un récord de la mano del Picasso del fútbol, el extraterrestre, el Messias y ET», escribe el diario Süddeutsche Zeitung. Y en EEUU, el New York Times, se hace una interesante pregunta: «Si hubiera nacido a tres horas de Bilbao, en España, y no en Buenos Aires, no habría duda de su lugar en la historia». Si jugara con la Roja, con Xavi, Iniesta y compañía ya sería campeón del mundo.

«Solo tiene un defecto: no juega en el Bayern Múnich»

Había noticias de que Gerd Müller no anda demasiado bien de salud y, de hecho, lleva tiempo guardando silencio, protegido por el enorme caparazón de su Bayern. Pero Messi también ha logrado volver a saber de él. Ni que sea con unas breves declaraciones a una agencia alemana que rápidamente reprodujeron la mayoría de las webs de su país. «Tuve mi récord durante 40 años. Ahora Messi, el mejor jugador del mundo, lo ha roto. Me alegro por él», aseguraba el hombre que dejó una barrera inalcanzable de 85 goles. Para todo el mundo menos para Leo. «Es un jugador increíble, un gigante», afirma el Torpedo, que incluso se permite bromear sobre la figura que le ha superado. «En realidad solo tiene un defecto; que no juega en el Bayern de Múnich». Y en esa declaración también lanza un deseo que tal vez se acabe cumpliendo. «Espero que su récord también dure 40 años»

Día en casa con Thiago y tomando mate con su primo

«Festejando el récord con unos buenos mates!!». Apenas siete palabras de Maxi Biancucchi, primo de Messi y jugador del Olimpia de Asunción paraguayo, escribió ayer en su cuenta personal de Twitter para ilustrar la tarde familiar que tuvo la estrella azulgrana. Como si nada trascendente hubiera sucedido el domingo en Sevilla. Llegó de madrugada a Barcelona, luego una suave sesión de recuperación en el campo de entrenamiento, allí estaba ya Biancucchi, disfrutando de sus primeras horas de vacaciones en la ciudad deportiva, asistiendo también al entrenamiento de su primo, y después pasaron la tarde libre en casa.

Tomando mate, disfrutando en la intimidad familiar de Thiago, su hijo, junto a Antonella, su compañera. Desde que nació el pequeño Messi (2 de noviembre), la estrella ha marcado 13 goles con el Barça en solo siete partidos y uno con Argentina.