LA ACTUALIDAD AZULGRANA

El juez rechaza dos documentos del Barça

El auditor confirma que Laporta presentó unas cuentas con un informe que luego fue sustituido

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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La declaración de Artur Amich, el representante de Deloitte, ha confirmado la de Joan Oliver, el exdirector general del Barça, respecto a que las cuentas de Joan Laporta habían sido auditadas, y luego ha admitido que ese informe fue sustituido con la reformulación impulsada por la junta de Sandro Rosell poco después de acceder al club.

La cuarta jornada del juicio de responsabilidad social ha empezado con retraso por la pretensión del Barça de aportar dos documentos. El juez los ha rechazado los dos, y discutió la condición de "documentos" por entender que eran meras "explicaciones" del club.

Uno de esos documentos trataba de precisar las diferencias entre los números de la auditoría y el de la memoria económica del Barça, ante lo que el juez había expresado "una queja" por la "falta de información del club" el día anterior. La otra aportación consistía en una aclaración sobre la memoria económica de la temporada 2011-12 que registraba unas variaciones que repercutían en la reclamación de los 47,6 millones que se reclaman.

"Oscurantismo"

El juez Martínez Borrego ha recriminado que el Barça no comunicara al juzgado el acuerdo al que llegó con Sogecable en diciembre del 2011 que alteraba las condiciones de la acción de responsabilidad. Los abogados defensores han aprovechado para acusar al club de "oscurantismo".

"Si hay provisiones que luego no se han materializado ni se han convertido en pérdidas, no sé por qué se le reclaman al demandado", ha sido la queja del magistrado sobre los 37,5 millones que se hizo provisionar a la antigua junta y que sumaban a efectos de las pérdidas.

El auditor Amich luego trató de justificar las enormes diferencias que existían entre el informe del 1 de julio, donde aprobó 11,1 millones de beneficios y en septiembre, en el de las cuentas reformuladas, había 79,1 en pérdidas. En el caso de Henry expuso que las pérdidas (la cantidad pendiente d amortizar) deben consignarse cuando se conocen, y él las conocía desde que en mayo el Barça se planteaba darle la baja.

Por otro lado, admitió que en el caso de la nueva tasación de Viladecans, fue la nueva junta, antes de tomar posesión, quien aportó una nueva tasación que reducía la cotización de 18,5 millones de Laporta a los 5,5 millones de Rosell.