temporada azulgrana

En honor de Xavi

El Barça pelea y sufre ante el Levante para no emborronar el homenaje al cerebro que le guía

Xavi se dirige a la afición al final del partido ante todos sus compañeros.

Xavi se dirige a la afición al final del partido ante todos sus compañeros.

DAVID TORRAS / Barcelona

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Durante seis años, Xavi vivió muchos partidos como el de ayer. Disfrutaba poco, sufría más de la cuenta y, a menudo, andaba mirando más el reloj que la pelota. Ganó un Liga cuando Van Gaal le ascendió al primer equipo, pero ahí se acabó la gloria y el Xavi de ahora a punto estuvo de no llegar nunca porque, aunque parezca mentira, muchos culés que ayer le aplaudieron habían empezado a aburrirle. A él y a aquel Barça perdedor.

Como si alguien quisiera recordarle aquellos tiempos difíciles, que en el fondo son los que hasta no hace mucho habían marcado la historia del club, Xavi no vivió el partido 549 de su carrera, que le iguala a Migueli en lo alto del podio, como merece el cerebro del mejor Barça de todos los tiempos y un candidato al Balón de Oro. «Jugar en el Barça ahora es un placer», reconoció después, evocando precisamente aquella larga etapa sin nada que celebrar. Pero antes de esa confesión ya con los tres puntos en el bolsillo y el liderato a salvo, Xavi no lo pasó bien. Y si él no disfruta, el equipo tampoco.

DEDICATORIA ESPECIAL / Pero ayer aquellos a quienes él ha ayudado tantas veces, con sus pases y asistencias, pelearon de principio a fin para derribar el muro del Levante y evitarle un mal recuerdo en un día tan especial. «El partido está dedicado exclusivamente a Xavi. Queríamos ganar para que él lo pudiera celebrar. Es un día grande para la historia de este club», proclamó orgulloso Guardiola.

Dos goles de Pedro liberaron al equipo de un partido de difícil digestión. Guardiola ya había advertido del peligro que implicaba una cita que todo el mundo daba por liquidada antes de jugar, un mensaje que por repetido es fácil ignorar. Pero lo clavó y el primer paso en el 2011 sirvió para recordar que todo está por hacer por más que el final del 2010 , adornado con la doble manita al Madrid y al Espanyol, dejara la sensación de que todo está hecho.

Y nada menos que el Levante, el rival al que el Madrid le metió ocho goles en la Copa, activó la alarma y acabó provocando una escena inusual tras marcar el 2-1: el Barça pidiendo la hora y el Camp Nou murmurando nerviosamente. «Guardiola ya había dicho que el primer partido del año es complicado. Y nosotros escuchamos a nuestro entrenador porque es el mejor del mundo. Ya se sabe: las vacaciones, los polvorones, los turrones...», declaró Rosell, en una muestra del cambio de estrategia presidencial. A partir de ahora, hablará más a menudo.

RÉCORD EN BILBAO / Xavi podrá recordar siempre el partido 549, aunque por una vez se quedará con una imagen en la que no está el balón de por medio. Será la última, cuando toda la plantilla se puso a su lado para rendirle homenaje. Ahí estaban Puyol y Piqué, que estaban en el palco, y Messi, recién llegado de vacaciones y que también se quedó en la grada, aunque le faltó poco para saltar al campo. No paró quieto. Todo ese ímpetu reprimido le irá bien al equipo el miércoles en San Mamés tras el 0-0 de la ida. Hay una copa en juego.

«Es una final. Nos jugamos una competición y hemos de prepararnos bien. Para nosotros es vital seguir en la Copa porque funcionaremos mejor», reconoció Guardiola, en referencia a que el equipo está más acostumbrado al ritmo de competición de jugar dos partidos por semana. Así que es más que probable que Xavi sume otra muesca más a su historial, la 550, deje atrás a Migueli y esté solo en ese salón de la fama azulgrana. Así que el equipo vuelve a tener una razón emotiva para que Bilbao permanezca como un buen recuerdo.

QUEJAS DE MOURINHO / Mientras, en Madrid, Mourinho abrió el año como lo cerró. Con quejas y reproches al club o a quien corresponda. Ahora hay incluso un «iluminado» de por medio, el responsable de que Higuaín no haya pasado ya por el quirófano y tenga que hacerlo ahora. Así que él sigue dale que te pego con el fichaje de un delantero, en esa pugna que mantiene con Valdano y que cualquier día provocará algún episodio sonado. De momento, hoy le espera un miniderbi en Getafe, con la obligación de no fallar si no quiere empezar el 2011 perdiendo un poco de vista al Barça. Aunque no tanto como lo perdió en el clásico del 2010, que nunca olvidará.