LA ACTUALIDAD AZULGRANA

La gran decisión

Bartomeu cita mañana a la junta para debatir si el club recurre la sentencia a favor de Laporta

Luis Enrique y Bartomeu conversan durante la sesión de fotos

Luis Enrique y Bartomeu conversan durante la sesión de fotos / periodico

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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El martes se conoció la sentencia del juez José Manuel Martínez Borrego, que "desestimó la demanda" de la acción de responsabilidad social contra Joan Laporta y los 16 directivos que le acompañaron hasta el último día de su mandato. Hoy comparece el expresidente del Barcelona para dar su opinión y mañana, deprisa y corriendo, ha sido convocada la directiva azulgrana por Josep Maria Bartomeu. ¿Y Sandro Rosell, el hombre que presidía el club en el 2010 cuando la asamblea de compromisarios que impulsó la acción de responsabilidad social, dónde está? Ni rastro de él. Se halla Bartomeu ante la gran decisión. La decisión que marcará, a nivel social, todo su mandato.

Heredó el cargo a finales de enero, cuando Rosell abandonó, también deprisa y corriendo, el cargo. Nueve meses después, el presidente tiene que decidir si recurre la sentencia que ha exculpado a Laporta o abandona esa vía acatando la decisión del juez. Antes, la junta debe valorar si convoca una asamblea extraordinaria de compromisarios antes de que pasen los 20 días de plazo fijados para presentar recurso. La junta de hoy tiene ese único punto del día.

El poder de Faus

Si el Barça, amparado en sus derechos, opta por recurrir, la herida social --abierta de manera judicial en el 2010, pero larvada en el tiempo desde el 2005 cuando Rosell y un grupo de directivos, entre ellos Bartomeu, abandonó la junta de Laporta-- se agravará. Si el actual presidente escucha las tesis del vicepresidente Carles Vilarrubí y del directivo a secas Toni Freixa (antes secretario y portavoz), que ya negociaron sin éxito un acuerdo, abandonaría cualquier recurso y podría cerrarse, al menos en los juzgados, ese cisma. El club emitió un comunicado ocho horas después de ser desestimada la demanda en el que respetaba la decisión, pero mantenía abierta la opción de recurrir.

Esperaba el Barça, y Bartomeu por supuesto, la llegada de Javier Faus, el vicepresidente económico y uno de los hombres con más poder en el palco. Faus estaba en Asia buscando nuevos patrocinadores para el club. Y se le espera mañana porque es uno de los hombres que mayor ascendencia tiene sobre el presidente. No solo porque posee la llave de la caja sino porque asumió el liderazgo del área jurídica también, una vez fue marginado Freixa de ese papel.

Se trata, en realidad, de la gran decisión que debe tomar Bartomeu, con el horizonte de las elecciones del 2016. El tiempo juega en su contra. Tiene solo 18 días para decidir por sí solo u organizar una asamblea para que lo hagan los socios. Le toca, por lo tanto, al presidente definir si desea seguir vinculado al pasado o abre un camino nuevo. Incluso para él mismo.