EL ALIRÓN AZULGRANA

La fiesta no para

El Barça ofrece hoy con la rúa la tercera Liga consecutiva que confirma el poderío del equipo

MARCOS LÓPEZ
BARCELONA

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Para no dejar mal a Pep Guardiola, su entrenador, ideólogo, guía y hasta figura paternal en muchos momentos de 10 duros e intensos meses, los jugadores del Barça llevan horas y horas de fiesta. «Nos toca hacer mucho de mucho. De todo: comer mucho, bailar mucho, festejar mucho, celebrar mucho», reclamó el técnico azulgrana nada más conquistar la tercera Liga consecutiva en Valencia. Desde entonces, cada hora es una fiesta inacabable porque el equipo tiene tiempo suficiente hasta el 28 de mayo para preparar la final de la Champions en Wembley ante el Manchester United.

Fiesta en cualquier lugar. Fiesta en el avión de vuelta a casa (apenas duró media hora el vuelo) de tal envergadura que hasta en dos ocasiones el comandante tuvo que pedir cordura porque detectó una señal de alarma en una de las puertas de emergencia del avión. Fiesta muy argentina, con Pinto y Alves al mando de las operaciones, escoltados por Mascherano, Messi y Piqué, entre otros, con copas de cava circulando por todas las zonas del avión. Desatados como nunca se les había visto antes estaban los jugadores, celebrando a lo grande el título que avala el poder culé en la Liga española.

DISCOTECA Y CENA PRIVADA / Fiesta en el césped, fiesta en el avión, fiesta en la jardinera del aeropuerto -se movía casi levantada por unos eufóricos futbolistas- camino del autobús del equipo y fiesta para acabar la larga noche en una conocida discoteca de la ciudad. Eso es, sin embargo, el prólogo de lo que le aguarda al Bar-

ça, que se ha tomado cuatro días de festejos, con el paréntesis matinal de ayer cuando los jugadores se reencontraron en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí para una suave sesión de recuperación. Se incorporó Adriano al grupo (solo queda Milito en la enfermería) y luego se reunieron en una cena privada, con sus respectivos acompañantes.

A partir de hoy, ese festejo íntimo será mucho más público. Se subirán esta tarde a un autobús descapotable para pasear por la ciudad en una rúa mucho más corta que las últimas. Recorrerá el barrio de Les Corts, en los alrededores del Camp Nou con el deseo de que los niños puedan ver de cerca a sus héroes.

Mientras tanto, el Camp Nou abrirá sus puertas para recibir a los artífices del tricampeonato, un equipo que amenaza con superar todos los registros del dream team de Cruyff, pionero de los años de gloria.

FIABILIDAD SIN PRECEDENTES / Aquel Bar-

ça dominó en la década de los 90 (sumó cuatro Ligas consecutivas), pero necesitó, sin embargo, tres años para ganar la primera. Guardiola, en cambio, ha sumado tres Ligas en sus tres primeros años. No hay, por lo tanto precedente alguno en la historia del Barça de un equipo tan fiable, sólido y extremadamente competitivo como este. Ni siquiera en las grandes Ligas europeas se encuentra un conjunto que se haya mantenido con fidelidad en la cima del éxito. Elevando la vista en las dos últimas décadas, solo el Manchester de Sir Alex Ferguson (12 ligas) supera al Barcelona (11). No es casual que ambos equipos se midan en Wembley el 28 de mayo para determinar quién es el verdadero rey del continente.

Del Madrid no hay rastro reciente alguno, ni en la Liga española ni tampoco en la Champions. Llegó Guardiola y no para de ganar títulos (suma cuatro Ligas consecutivas, incluída la de Tercera División) confirmando la hegemonía culé en los últimos 20 años.

A medida que el Barça engrandece su leyenda, el Madrid se va encogiendo y tras vivir cuatro tensos clásicos en solo 18 días, la fractura institucional se ha hecho aún más evidente. «No hay comunicación, no he recibido ninguna llamada de felicitación de Florentino ni la espero», dijo ayer el presidente azulgrana, Sandro Rosell, al programa Els Matins de TV3, aplazando la respuesta definitiva que dará a su homólogo del Madrid hasta después de Wembley. Hoy toca rúa, fiesta y «mucho, mucho» más.