El círculo hermético

Josep Maria Bartomeu, en una comparecencia de prensa.

Josep Maria Bartomeu, en una comparecencia de prensa. / JORDI COTRINA

ALBERT GUASCH / BARCELONA

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Cuando Gil Carrasco cubría la información periodística del Barça para la 'Revista Barcelonista', en los primeros años 70, quedaba de forma natural en las casas de los jugadores azulgranas para hacer entrevistas. "Predominaban la sencillez, la educación, las ganas de ayudar", asegura.

Cuando César López Rosell cubría el Barça para 'Catalunya Express', ya a finales de los 70, se podía citar al portero Artola en el mismo césped del Camp Nou y cinco redactores de la sección de deportes le chutaban una pregunta y un penalti cada uno. "Había mucha cercanía y todo era muy fácil", explica.

Cuando Xavier Valls retrataba con su cámara la actualidad azulgrana podía acompañar a Cruyff y fotografiarle patinando sobre hielo con su familia; o ir al piso de Neeskens y hacerle unas fotos afeitándose. "Antes se podía hacer de todo", dice.

Es la prehistoria en la relación entre la prensa y el FC Barcelona. El campo estaba abierto. Paulatinamente se levantaron vallas. Aun así, se fueron forjando sólidas relaciones entre periodistas y jugadores durante muchos años más. Hasta la fortaleza actual. Es lo que se conoce en las redacciones como "la bunquerización del club". No hay acceso a los futbolistas. Tampoco a los directivos. Manda el silencio. "Opacidad máxima", sintetiza Ernest Folch, director de 'Sport'. Es el círculo hermético.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Ernest Folch","position":"DIRECTOR DE\u00a0'SPORT'","text":"\"La opacidad es m\u00e1xima. Los dirigentes del club se protegen guardando silencio. Y al final no llega ning\u00fan mensaje\""}}

RELACIÓN CORTADA

En esta época hiperprofesionalizada y de nutridos departamentos de comunicación, de canales digitales y contacto directo con sus fans globales, los clubs de fútbol han aceptado el gota a gota de las comparecencias mediáticas de los futbolistas. No obstante, se diría que en el Barça ha arraigado la versión más extrema. "En dos o tres años el club se ha ido encerrando en sí mismo hasta cortar la relación con la prensa. Y a todos los niveles, no solo con los jugadores. Su forma de protegerse es guardando silencio. Y al final no llega ningún mensaje", comenta Folch.

De facto, el cierre ya casi existe. El grifo gotea muy poco. Este diario, por ejemplo, aún no ha tenido la suerte de poder entrevistar a Suárez Neymar. No será que no se ha intentado. Tampoco a Bartomeu desde que es presidente, quien se prodiga en cambio ante micrófonos del exterior. 

A punto estuvo de aplicarse a finales del 2016 una política aún más restrictiva si cabe: jugadores y directivos solo iban a hablar para los medios oficiales. Al cabo de unas dos horas de difundirse el plan, hubo marcha atrás. Pero fue como leer el pensamiento de los gobernantes: cuánto más lejos esté la prensa, mejor; salvo cuando se acerquen las elecciones, se supone. 

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Y aun así, no ha sido el fuego del fastidio periodístico el que ha fulminado a cinco directores de comunicación en seis años. El último, esta semana, Albert Roura. La mayoría se han quemado por las exigencias interiores del cargo.

Pero la guerra de la prensa barcelonista es otra. Es sencillamente la falta de accesibilidad e información, caldo de cultivo de la especulación. Gerard Piqué puso recientemente el dedo en la herida en unas reflexiones muy sonadas en la revista 'Panenka'. "Podría no dar una entrevista nunca más y no pasaría nada", dijo. "El jugador tiene cada vez más poder y usa menos a la prensa. Algunos tenemos más seguidores en redes sociales que el periódico más leído en España".

SIN INTERMEDIARIOS

Ciertamente los jugadores pueden ahora relacionarse con sus seguidores sin intermediarios, le sacan un rendimiento económico y encima se ahorran preguntas incómodas. El tridente resulta paradigmático: fluyen sus selfis por lnstagram o Twitter, pero solo se les escucha en actos publicitarios y algunos pospartidos. Menos pegas parecen poner ante medios de sus respectivos países, como si mantuvieran allí una guerra de imagen siempre pendiente de ganar.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Xavi Mart\u00edn","position":"EXDIRcom\u00a0DEL BAR\u00c7A","text":"\"Un futbolista puede tener muchos seguidores fuera, pero el que le aplaude o le silba es el que va al Camp Nou, y la mayor\u00eda no sabe qu\u00e9 es el Periscope\""}}Bernat Soler, responsable de deportes de TV-3, entiende los nuevos tiempos del deporte profesional. "Cada vez las estrellas ven menos necesaria nuestra participación. No es fácil entrevistar a los jugadores del Barça, ni del Madrid. Y no sé qué pueden hacer los clubs para que Messi o Cristiano Ronaldo nos atiendan. Es una situación que los medios tenemos que afrontar porque parece que el deporte profesional va por ese camino y no sé si se puede parar".

Xavi Martín, que fue director de comunicación del Barça, cree que si a los jugadores se les explica bien el beneficio que supone abrirse a los medios, estos lo entienden. "Un futbolista puede tener muchos seguidores fuera, y es perfecto para su marca personal y obtener todo tipo de contratos. Pero el que te aplaude o te silba es el que va al Camp Nou, y ya te aseguro que la mayoría no sabe qué es el Periscope. Y creo que en este sentido Piqué lo tiene clarísimo, y la prueba es que él es de los que conceden más entrevistas".

Martín explica que en su época, con Sandro Rosell al mando presidencial, muchos jugadores azulgranas ardían en deseos de aparecer en 'El Hormiguero'. "¿Por qué? Porque sabían que se lo pasarían bien, que no corrían riesgos. En cambio, si tenían que ir a una entrevista a responder sobre novias, sobre la independencia de Catalunya o polémicas del momento, pensaban: 'Vaya marrón'. Y trataban de evitarlo. Pero para hablar de futbol, todo era más fácil, aunque sí, siempre hay jugadores que creen que determinado medio les trata injustamente y no quieren ni verlo".

CUIDAR LA COMPETICIÓN

Lo que ya no entiende tanto Martín es el hermetismo local de Josep Maria Bartomeu y sus directivos. "Hablar solo en medios exteriores y no en los de aquí no tiene sentido. La NBA se quiere expandir por Europa y los jugadores de los Lakers no dejan por ello de atender a los diarios de Los Ángeles. Si los vas a necesitar cuando se acerquen las elecciones..."

En la NBA, como en otros deportes profesionales de EEUU, el dinero da prioridad ante las estrellas, no exclusividad. La propia competición impone reglas claras de atención mediática amplia. Es su manera de cuidar la competición. Quizá el fútbol no necesita de semejantes concesiones. El Barça, a la vista está, cree que tampoco. Ha reinventado el nombre y la estructura del Departamento de Comunicación. Queda por ver si reinventa o relaja su política actual.