El Barça elige técnicos antidivos

El Fútbol Club Barcelona, que sigue siendo la única entidad deportiva del mundo que posee seis secciones profesionales (fútbol, fútbol femenino, fútbol sala, baloncesto, balonmano y hockey sobre patines), es el único que aún no ha cerrado la actual temporada pero ya tiene perfiladas sus estructuras para la próxima, con cambios significativos en casi todos los banquillos y los departamentos técnicos, ahora dominados por un factor común: predominan los antidivos y la idea es que quienes brillen sean las estrellas sobre las canchas.

Antes de que todo eche a andar de cara al ejercicio 2017-18, y después de la derrota del pasado lunes en el quinto partido del play off de la Liga de fútbol sala, ya solo queda pendiente el Barça B, que tiene a punto el ascenso a Segunda División A tras conseguir una importante renta en el partido de ida de la promoción final en Santander (1-4). Mientras se acerca el final de temporada, el club, de la mano de su presidente, Josep Maria Bartomeu; su director general, Òscar Grau; su director de Deportes Profesionales, Albert Soler, y los seis mánagers o secretarios técnicos de cada una de las secciones, han dado un vuelco espectacular a casi todos los banquillos.

HAMBRE DE TÍTULOS

Es una auténtica revolución, basada fundamentalmente en la contratación de entrenadores hambrientos de títulos, conocedores y amantes de la filosofía del club, técnicos que confíen en los jóvenes de la cantera, orgullosos de entrenar al Barça, muy alejados de la figura de divo que, a menudo, caracteriza a los técnicos que creen que los que ganan son ellos y no lo deportistas. Son, sobre todo, profesionales para los que sentarse en el banquillo azulgrana es la oportunidad de su vida para alcanzar la excelencia y hacerse con un gran palmarés.

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El punto de partida de esta nueva revolución se centra en que "los auténticos protagonistas deben ser los deportistas y nunca los entrenadores", cuyos contratos han dejado de estar a la altura de los de las estrellas, comentan fuentes del club. Los máximos responsables de la entidad consideran que los jugadores son el verdadero activo y por ellos se pagan amortizaciones. Los entrenadores son, simplemente, trabajadores del club, a juicio de los directivos.

El Barça, desde siempre, ha hecho la gran inversión en sus deportistas y, a partir de ellos, se proyecta la imagen internacional de la entidad, su grandeza y, por supuesto, lo que es y representa el Barça, de ahí el proyecto Masia 360 con el que se trata de formar y educar a sus deportistas.

LOS AYUDANTES

En ese sentido, el cambio que se ha producido en el Barça con la contratación de Ernesto Valverde (fútbol), Fran Sánchez (fútbol femenino), Sito Alonso (baloncesto), Edu Castro (hockey sobre patines), Andreu Plaza (fútbol sala, la temporada pasada) y la consolidación, como no podía ser de otra manera, del megatriunfador Xavier Pascual en balonmano es huir del entrenador estrella; buscar al técnico que pueda sacar lo mejor de los deportistas y, sobre todo, aprovechar al máximo el potencial formativo de las canteras azulgranas.

"Ninguno de los técnicos contratado ha puesto condiciones estratosféricas a la hora de firmar sus contratos"

"Ninguno de los técnicos contratados ha puesto condiciones estratosféricas a la hora de firmar sus contratos. Ninguno de ellos ha impuesto grandes equipos de colaboradores ni, por supuesto, psicólogo propio. Todos ellos tienen, por supuesto, personas y ayudantes de su confianza, pero dado el potencial del Barça todos ellos han decidido reforzar sus grupos de trabajo con los profesionales que ya había en la entidad", explica una fuente del club conocedora de la mayoría de estas negociaciones. En ese sentido, el último ejemplo ha sido Sito Alonso, que lleva ya muchos días trabajando codo con codo con Nacho Rodríguez y todavía no ha decidido quién será su ayudante.

La nueva estructura de los banquillos profesionales se fundamenta no solo en la elección, personalidad y capacidad de los entrenadores escogidos, sino también en el papel, el complemento, que en cada una de las seis secciones desempeñan los secretarios técnicos, directores deportivos o mánagers, que de todo hay.

COMPENETRACIÓN VITAL

En ese sentido, dentro del club se considera vital la compenetración entre Robert Fernández y Ernesto Valverde; el nuevo binomio que forman Fran Sánchez y Markel Zubizarreta en el team femenino; el complemento que supone David Barrufet en la espectacular trayectoria de Xavier Pascual, técnico de balonmano formado en la casa; la apuesta de Nacho Rodríguez por Sito Alonso en el Palau; la estrecha relación que existe entre Andreu Plaza en fútbol sala junto a Txus Lahoz y, finalmente, la confianza ciega que Toni Miró tiene en Edu Castro, el abogado que ha terminado siendo el nuevo técnico del equipo de hockey.

El staff profesional del Barça considera que el éxito de las secciones pasa por tener a buena parte de los mejores jugadores en cada una de las especialidades profesionales del club, pero también por contar con un técnico hambriento, necesitado de hacerse con un palmarés, ansioso por triunfar y no solo por mantener su estatus, como solía ocurrir cuando el club contrataba a entrenadores ya plenamente consagrados, que venían con un enorme palmarés en sus historiales.

No deja de ser intencionada también la idea de contratar a técnicos que humanicen un mundo excesivamente profesional, interesado y con gran presión, de ahí que todos ellos hayan sido definidos como "gente normal", "encantadores", "accesibles" o "buenas personas".