Las claves de la derrota azulgrana

Condena a balón parado

El Barça encajó dos de los tres goles tras una falta y un córner y perdió 41 balones

David Luiz marca ante Mascherano tras una falta lateral que concedió Alves.

David Luiz marca ante Mascherano tras una falta lateral que concedió Alves.

DAVID TORRAS / PARÍS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Con Tata, el Barça encajó 16 goles a balón parado durante toda la temporada. Ayer, y en un solo partido, el Barça de Luis Enrique recibió dos tantos, los primeros en cinco semanas de competición, cuando la pelota se detuvo y entró en juego la estrategia ofensiva del París SG. El primero, el 1-0 de David Luiz, llegó tras una falta lateral mal defendida. Mal porque Mascherano, el hombre que debía tapar al central brasileño, le dejó no solo controlar la pelota sino rematar en el balcón del área pequeña de Ter Stegen. El 2-1, el de Verratti, vino tras un saque de esquina mal defendido por todo el equipo, simbolizado en la salida a ningún sitio del meta alemán. Recorrió su área sin sentido Ter Stegen y tampoco  contó con la ayuda de Rakitic, el encargado de frenar al centrocampista italiano.

Entre unos y otros, el Barça terminó condenado por las acciones a balón parado. Dio la sensación de que el tiempo volvía hacia atrás, rememorando viejos errores. Siete partidos sin recibir un gol y en 54 minutos encajó tres. Ni la salida, ya en la media hora final del encuentro, de Xavi sirvió para apaciguar y mitigar tanto error. Se convirtió anoche el capitán azulgrana en el futbolista que más partidos ha disputado en la Liga de Campeones (143) superando al madridista Rául en un viaje que inició en Old Trafford (1998) al que todavía ahora no se adivina fin (2014).

Cuando apareció Xavi, el Barça recuperó su viejo estilo. Tuvo el balón, tuvo un par de buenas oportunidades -un envenenado disparo de Munir lo repelió el palo; otro tiro peligroso de Sandro se marchó luego fuera-, pero ya era tarde. Demasiado tarde. ¿Donde estuvo el error? El Barça trató tan mal la pelota que la perdió con demasiada facilidad.

La debilidad de los laterales

Hasta ayer, el Barça de Luis Enrique destacaba por su extrema fiabilidad siendo un equipo reconocible en la presión. Anoche, en cambio, presionó mal. Y tarde. Pero el verdadero problema radicó en el inicio del partido. En apenas 25 minutos, y a pesar de que los jugadores estaban avisados por Luis Enrique de no cometer faltas y córners, regalaron cuatro acciones de este tipo. Todo porque regaló «el balón en la salida», como admitió el técnico azulgrana-

Lo regaló tanto que hasta 41 balones perdió el Barça, el récord negativo de la temporada. Neymar, con 10 balones, Alves, con seis, y Jordi Alba, con cinco, fueron los que más incurrieron en ese error. Un error dramático en el caso de los dos laterales, superados en los tres goles, fuera en el origen o en el final, porque dejó desnudo al equipo, acostumbrado a salir con solvencia desde atrás. Desnudo y, especialmente, desestructurado. 41 balones perdidos son una ruina, superando las marcas anteriores antre el Apoel (37) y Elche (31).

25 minutos, 4 errores

En 25 minutos, dos faltas laterales (un gol, el de David Luiz), dos saques de esquina (un gol, el de Verrati). «Cometimos errores en salida de balón muy claros. Y eso propició jugadas a balón parado. El París SG es un equipo muy fuerte en ese aspecto», recalcó Luis Enrique, asombrado como todos. «Y lo sabíamos, lo sabíamos...», se quejó. Y tanto que lo sabía Luis Enrique. Y, más, sus jugadores. La consigna era no conceder acciones a balón parado.

Pero la consigna no sirvió de nada porque el peor Barça, el que despreciaba la pelota, se complicó la vida tanto en la primera hora de partido que acabó frustrado. Y arrodillado porque los laterales, una de las esencias de su juego, fueron el agujero negro. Recibió la condena del balón parado, pero los fallos de Alves (1-0) y Alba (2-1) llegaron antes.