Carles Rexach: «Para entrenar al Barça hay que saber álgebra como mínimo»

Carles Rexach tuvo a Tito Vilanova de jugador, le fichó como entrenador y luego le aconsejó que dejara el Terrassa para unirse a Pep Guardiola cuando se iniciaba en Tercera División. Tras una vida en el club,Charly, actualmente asesor del presidente, contempla con satisfacción que aquel discípulo suyo asumirá el banquillo azulgrana.

-¿Qué valoración hace del nombramiento de Vilanova?

-Que el mundo del fútbol está lleno de sorpresas. Nadie podía imaginar que Tito dirigiría al primer equipo. Pero la vida, el mundo, se mueve por gente que se gana las cosas día a día. Y Tito ha demostrado que es un luchador. Fue un gran futbolista y ha sabido interpretar este estilo que tanto nos gusta y tanto alabamos. Lo conoció y lo practicó. Luego lo fiché para el

Barça para el cadete porque era un estudioso, un enfermo del fútbol como se dice. En aquel equipo tuvo a Messi, Piqué, Cesc y compañía. Su tándem con Pep ha sido perfecto. Se han complementado muy bien uno y otro y ha contraído méritos en esta etapa.

-¿Ya le veía talla de entrenador?

-Había jugado con este sistema de juego. Si hubiera tenido que aprender a sumar y restar… Para entrenar al Barça hay que saber álgebra como mínimo. Lo tenía todo aprendido. Además, dominaba la categoría en la que estaba, ya fuera la cadete, Tercera o la Segunda B. Conocer a los jugadores y los equipos de Primera, los conoce todo el mundo; en otras categorías exige mucha voluntad.

-¿Cuántos años lo tuvo? ¿Tenía talento para llegar al primer equipo?

-Tres años en el juvenil. Luego subió al primer equipo en algún amistoso, pero se le presentaban pocas oportunidades. Era interior, y eso significa que era un jugador fino y técnico. Llegar a las puertas del primer equipo sugiere que poseía calidad. Para que me entiendan, era tipo Òscar, Roger, Celades o De la Peña, con capacidad para jugar en el Barça pero que careció de tiempo para consolidarse.

-Le aconsejó que se fuera con Guardiola a Tercera.

-Se lo aconsejé, como a Roura, que son muy amigos, y casi ahijado mío. Yo le dije a Pep que Tito era el que más y mejor conocía la categoría. Y este, que es muy vivo y mantenían la amistad de La Masia, se lo llevó. Proporcionalmente, le podía ser más útil en Tercera que en Primera por el conocimiento de la categoría.

-Pero antes le reclutó al cadete.

-El fútbol es caprichoso. Cuando pertenecía al cuerpo técnico, hice entrar a Vilanova y Roura en el fútbol base. En el 2003 echaron a los que yo había apadrinado, y luego los recuperaron. ¿Por qué? Porque eran los mejores. No hay misterios en el fútbol; el que es bueno, es bueno, y el que no, para cabo, como se dice.

-Esta transición no se había visto nunca en el Barça.

-Y se tendría que haber hecho más de una vez en circunstancias normales, sin traumas. Lo importante, como primer concepto, es que la gente no puede comparar: Pep es Pep, Tito es Tito, Cruyff es Cruyff. Nadie podía pensar con Pep, un tío consagrado y con credibilidad, que lograría esto; nadie habría dado cuatro duros apostando a que Mourinho sería uno de los mejores del mundo. Habrá quien piense: ¿Dónde va el Barça con Vilanova? Pues no, nunca hay que despreciar a nadie.

-El segundo concepto…

-Pediría que le den tiempo y no prejuzguen antes de hora. Lo que ha hecho Pep es extraordinario, único. Es el mejor, y es historia. Lo que no puede pasar es que vivamos una etapa como la de Robson después de la de Cruyff y yo, que lo ganó todo menos la Liga, y lo mataron. Hay que dejar trabajar a Tito, que se aposente, que coja su espacio, y vaya triunfando poco a poco. Que no esperen ni le exijan ganar el primer partido por 6-0.

-La idea de fútbol sí ha arraigado.

-Hace tiempo que había arraigado, pero se ha ido consolidando. Siempre se puede mejorar. Ofensivamente no sé si mejor que otro Barça; defensivamente es mejor que el dream team. La idea no viene de Cruyff y de mí, sino de antes. De Michels. El problema es que aquello no tuvo continuidad y cuando Johan y yo volvimos como técnicos, arrancamos donde lo había dejado Michels.

-¿Cómo ve a Tito de primero?

-Perfectamente capacitado. Tiene mucha personalidad, es muy recto y honesto y tiene las ideas muy claras, no da muchas vueltas. Para encontrarle algo parecido a un defecto es que necesitará mano izquierda con lo que va a lidiar a partir de ahora.

-¿En el vestuario?

-No, fuera. Pep ha dominado la situación, habla bien, tiene carisma, ha dominado ese espacio ante los periodistas con Estiarte…

-¿Más que mano izquierda no le falta experiencia en ese terreno?

-Exacto y alguien que le limpie el camino.

-¿Ha hablado con Tito?

-Sí, claro, le felicité. Le dije queendavant.Y también dije que esto del Barça, comparado con lo que te ha pasado, espa sucat amb oli.

-Tito sabe que Pep estará a su lado, y que a usted le tiene cerca.

-Tenemos relación desde hace años: vamos a comer, a jugar a tenis… Solo espero que si nos ven no se hable de cosas raras.

-Si este trasvase se hubiera producido de Cruyff a usted, ¿el club se habría extraviado menos?

-Quizá, pero la situación era diferente. Muy traumática. El equipo había perdido la chispa y nos echaban. Cruyff se marchó, yo me marché y volví comoscouting, vino Robson, con una de las mejores plantillas que hemos tenido nunca y otra idea futbolística. Todo cambió para volver a basarse en el fichaje estelar. Siempre he sostenido que para que el Barça funcione bien el 51% de la plantilla debe ser de la cantera.

-¿Hace bien Guardiola en irse?

-Me habría gustado que continuara. A este equipo se le puede sacar más partido. Con estos jugadores y uno como Messi que te mete 50 goles, es un seguro de vida. En la pizarra puedes dibujar las flechas hacia arriba, abajo, a la izquierda... pero al final, debes tener presente que la faena la rematan los jugadores. Y si los tuyos son muy buenos, que lo son, ya tienes el 90% ganado.