LA SEMIFINAL DE LA CHAMPIONS

El Bayern da otro revolcón a un Barça sin Messi (0-3)

El equipo alemán exhibe su infinidad de recursos ante un rival que llega arrastrándose al final de la temporada

Müller marca de cabeza el tercer tanto del Bayern

Müller marca de cabeza el tercer tanto del Bayern / periodico

JOAN DOMÈNECH / Barcelona

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Por elCamp Nou ha salido un equipazo volando haciaWembley, mientras otro se ha quedado despidiéndole con nostalgia y pena. Con poca tristeza, también, asumido con disimulo desde hace una semana que el billete a la final se compró enMúnich. ElBarçade las seis semifinales ha cedido el paso alBayernde las tres finales en cuatro años. El cuadro alemán ha acreditado su categoría con otra labor futbolística sobresaliente, abriendo el interrogante sobre dónde conseguiráPep Guardiola mejorar el rendimiento de ese equipo, que ya es campeón de laBundesligay finalista en laCopay laChampions tras un paseo por el césped del Camp Nou (0-3).

Ni siquiera ha podido el quipo azulgrana ilusionarse con protagonizar la gesta del siglo ante la fortaleza de los alemanes, cómodamente instalados en el campo con el mullido 4-0 de la ida. Aquella goleada le ha evitado malos pensamientos (perdió la final de la Champions de 1999 y encajó dos 4-0 en un Gamper y en los cuartos del 2009) y ha convertido en utópicas sus expectativas, que antes del partido se han elevado a imposibles con la ausencia deLeo Messi, sentado en el banquillo y espectador desde la banda del segundo repaso del Bayern.

Sin el astro, sin goles

Sin el astro, ha faltado el requisito fundamental de la remontada: los goles.Messi ha anotado 8 de los 18 tantos del Barça en la competición. Ha faltado incluso el segundo realizador, Jordi Alba. Sobre el césped, solo se ha podido ver a seis azulgranas que han marcado --Cesc, Iniesta, Alves, Villa, Xavi yPedro, uno cada uno-- y todos lejos de su mejor forma. La influencia que ejerce el argentino en el equipo se ha comprobado en toda su extensión. Gigantesca y dramática visto el nivel de varios titulares.

El triunfo del honor ha sido un bien inalcanzable. Antes incluso de queRobben estrenara el marcador en una jugada que ha retratado la impotencia azulgrana.Alaba (lateral izquierdo) ha desplazado desde su propio campo la bola al extremo derecho. El holandés ha recibido solo, se ha adentrado en el área, ha hecho un recorte (el único, hacia adentro para chutar con la izquierda) y ha marcado. Con una insultante facilidad que ha denunciado el tibio espíritu local, sin agresividad y sin rastro de presión sobre el rival.

Inferior con la pelota

Robben ha dejado las cosas en su sitio ante unBarça inferior también en el plano futbolístico, con la pelota, lo cual se antoja deprimente. Este miércoles se ha sabido compensar su menor envergadura en algunos balones aéreos yValdés ha cazado por alto un centro lejano. Tambiénha lucido el brazalete --al parecer, ya era de su talla y no lo ha rechazado, como en Bilbao-- cuandoXavi ha sido sustituido. Esa ha sido la señal de queTito Vilanova quería reservar al cerebro para laLiga, aún pendiente de amarrar. Luego ha retirado aIniesta. A dos símbolos del Barça glorioso les ha evitado la dolorosa agonía final. Y queJavi Martínez ySchweinsteiger acabaran de devorarles dejando solo las botas en el césped.

Antes de cumplirse la hora de partido, estaba suficientemente contrastado que el objetivo delBarça se reducía a aguantar con dignidad, sobre todo porque ha tenido que sufrir el oprobio de escuchar "olés" de la grada alemana, felizmente desacomplejada en un estadio que solo le generaba mal rollo. También con la pelota en los pies ha andado mejor elBayern, a uno o dos toques, con verticalidad ante un contrincante previsible en el ataque, blando en defensa.

Más de lo mismo

Para lograr lo imposible,Tito ha apostado por lo convencional. Un más de lo mismo conAlves ejerciendo de lateral y de extremo, conVilla centrado, conXavi eIniesta jugando en horizontal, conCesc buscando la pelota, el espacio y los compañeros, y con Pedro abierto en la banda, empequeñecido aún más por el diminutoLahm, que ha hecho 200 incursiones menos queAlves pero mucho más peligrosas.

Lastrado con demasiados inconvenientes, el equipo se ha expresado conlentitud en ataque y en defensa. El Bayern, a una velocidad superior, lo ha volteado en todas las esquinas del campo. Corriendo y jugando. Y también pensando, lo que ha desvelado las enormescarenciasde un Barça que llega arrastrándose a final de temporada. Del mismo modo queGuardiola tendrá problemas para dar lustre al Bayern, aTito le resultará fácil introducir mejoras en un Barça humillado que ha cerrado algo más que elsueño europeo del 2013.