Goleada para asustar (6-0)

El Barça gesta el triunfo ante el Athletic gracias a la expulsión de Iraizoz en el minuto 3, un inmenso Neymar y la eficacia de Suárez

Luis Suárez celebra su primer tanto al Athletic.

Luis Suárez celebra su primer tanto al Athletic. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Comienza la trilogía con el Athletic y el Barça se apunta el primer tanto con un marcador que intimida por su rotundidad. El triunfo ha nacido con tanta facilidad que, sin embargo, pierde mucho valor para calibrar lo que será el tú a tú ante el inminente doble asalto de la Copa. No así en la Liga, donde el once azulgrana ha respondido sin desgaste y con mayor contundencia a los cómodos triunfos del Atlético y el Real Madrid.

Tres minutos ha durado el partido. En los tres primeros sucedió lo fundamental para que se produjera el desenlace que se esperaba, pero no de la forma que se esperaba, tan accidentada y tan crucial. El Athletic pudo adelantarse en el marcador tras un grosero error de Piqué en la entrega a Bravo y se adelantó el Barça con uno de parecido calibre de Etxeita, que cometió un error de cálculo para solucionar un problema de espacio, tiempo y velocidad. Tampoco Matheu Lahoz anda fino en matemáticas para sumar y restar el tiempo que se juega y se deja de jugar.

ERROR QUE PAGAN OTROS

Se equivocó el central rojiblanco pero lo ha pagado Iraizoz con la expulsión, Muniain con la sustitución y el resto de sus compañeros frente al desierto de 85 minutos por delante porque Messi ha transformado el penalti que el meta ha hecho sobre Luis Suárez. Neymar marcó el segundo y Suárez se apuntó dos más, con lo que los tres componentes del tridente emularon a sus homólogos del Madrid (Bale, Cristiano y Benzema) con quienes acabarán peleando por los tres puesto del Pichichi.

Pero nada será lo que pareció con el 6-0. Seguramente, el duelo será la excepción de una trilogía peleada, con una eliminatoria en juego (a partir de este miércoles en San Mamés) y, cabría esperar, que menos crispada que la anterior con el Espanyol. Solo será real el estado de gracia de Neymar, que ha firmado una soberbia actuación, sobre todo en el regate. Bóveda, su par, debe sentirse aterrorizado. El brasileño es imparable cuando recibe el balón y le dejó en evidencia.

OTRO ESPEJISMO

La goleada se ha gestado por la pronta superioridad numérica que obtuvo el Barça en el césped y en el marcador, que ocultó las dificultades que el Athletic es y será capaz de crear. A pesar de que los goles han ido cayendo en la bolsa de Herrerín, el suplente de Iraizoz, el equipo de Valverde ha insinuado que sabe cómo abordar la cita con los azulgranas. Lo demostró en la Supercopa, aunque aquel 4-0 de San Mamés fuera un espejismo irreal como este.

El partido se ha disputado casi íntegramente en la parcela rojiblanca. Respondió a un guion repetitivo: jugada de ataque del Barça por el centro, intento fallido, despeje visitante que cazaba Busquets y vuelta a empezar. De vez en cuando, el Atheltic pudo salir desde atrás con balones por los costados para evitar la omnipresencia de Busquets, que en la fiesta terminó por experimentar de extremo, centrando la pelota del 6-0. Alba y Vidal han tenido un par de sustos ante Williams y Eraso, Bartra dejó un titubeo en el inventario y Bravo ha manchado por segunda vez el impoluto rojo de su equipaje que ya estaba marcado desde el primer minuto por la cesión de Piqué.

CANSANCIO FÍSICO Y PSICOLÓGICO

Los goles fueron cayendo por inercia, entre el talento de azulgranas y el cansancio físico y psicológico de los leones. La ausencia de Messi, retirado en el descanso, no ha producido ninguna merma en el Camp Nou aparte de la inquietud por su estado físico. En su ausencia todos los balones volaron hacia Neymar, festivo y luminoso en el regate, y los remates los aglutinó Suárez, que se marchó botando el balón que certificó su cuarto triplete.

No solo Messi acabó antes de hora por las molestias musculares, sustituido por Arda Turan, al que le tocó ejercer de extremo derecho. Rakitic y Alba han cedido sus puestos a Bartra y Sergi Roberto, que a su vez ensayó como lateral izquierdo. Los inventos empezaron y acabaron este domingo. La Copa será otro asunto que nacerá con el 0-0, aunque este Barça intimida por lo mucho que pega a golpe de goles.

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