El Barça no quiere bromas

Superado con éxito el trecho teóricamente más complicado de la Liga (empate en Sevilla y victorias ante el Valencia y Espanyol), al seguidor culé empieza a cambiarle la cara, para bien, claro. Pero Luis Enrique sigue con el semblante serio porque nadie en el Barça está para bromas. Y menos el entrenador, empeñado en ponderar el buen momento del equipo, su privilegiada situación en las tres competiciones y en recordar el valor de los rivales. Como el Getafe, que hoy visita el Camp Nou con la tranquilidad de espíritu de estar casi salvado del descenso y con el empate aún muy presente de la temporada pasada (2-2), un resultado que, al final, le costó el título al Barça de Martino. «El partido es clave para lograr la Liga», sentenció ayer el técnico azulgrana.

Un mensaje lanzado para evitar relajaciones tras creer que lo más complicado ya está hecho y condimentado con los últimos precedentes, nada exitosos para los azulgranas. «El año pasado ya nos gastó una broma aquí», recordó del conjunto madrileño, aunque también echó mano del duelo de la primera vuelta (el Barça no pasó del 0-0 en el Coliseum Alfonso Pérez en un partido para olvidar) para reclamar la máxima atención. «Están casi salvados, trabajan bien en defensa y tienen buenos jugadores en ataque. Además, el Camp Nou es el escaparate perfecto para cualquier equipo».

CUESTIÓN DE MÁXIMOS / Lo bueno es que el Barça depende de sí mismo por más «cerquita» que esté el Madrid, empeñado en hacer ganar todos los partidos que restan a los azulgranas. Una situación de privilegio que se complementa con el buen momento de juego del equipo, que ha entrado en el tramo decisivo con lo mínimo exigible a un club de tanta envergadura: seguir vivo en todas las competiciones. Pero no es suficiente. «En este club no hay mínimos porque siempre hay que ir a por los máximos: el objetivo es ganar títulos. Y por cómo el equipo está demostrando su potencial, creo que sería lo justo. Los títulos serán los que marcarán qué hemos hecho».

PLANTILLA AL COMPLETO / El Barça llega al tramo decisivo y lo hace con la plantilla al completo por primera vez desde julio, después de que Thomas Vermaelen recibiera ayer el alta médica. «Estoy seguro de que nos podrá ayudar tanto dentro como fuera del campo, aunque ahora tiene que coger ritmo. Estamos muy contentos por él», dijo del defensa belga, a quien seguro que tiene ganas de dar algunos minutos ni que sea como deferencia a Andoni Zubizarreta.

Encantado hubiera estado de contar con Vermaelen desde el inicio y también de haber dado muchos más minutos a Rafinha, al que volvió a ensalzar y del que dijo que ya estaba prevista su vuelta la temporada pasada tras la cesión al Celta antes de que se cerrara su fichaje como entrenador. «Está haciendo una temporada muy buena. Confío al cien por cien en él, pero tiene mucha competencia, como no puede ser de otra manera. Está dentro de un proceso normal», dijo del centrocampista.

SIN DEBATE EN LA PORTERÍA / Igualmente, elogió la figura de Bravo, por ahora el portero menos batido de la Liga y cuya aportación, junto con Ter Stegen en la Champions y la Copa, ha permitido que no existiera debate sobre el sucesor de Valdés. «Da muchísima seguridad y tranquilidad con los pies». De Mateu Lahoz, que pidió perdón al Espanyol en el descanso por dar el segundo gol del Bar-

ça tras un fuera de juego de Suárez, no quiso ir más allá. «La base es el entendimiento y el respeto entre jugadores y árbitros».

A diferencia de Ancelotti, Luis Enrique no se fue al cine y sí vio el partido entre su exequipo y el Madrid. «Fue como me esperaba, intenso y espectacular, pero el Madrid tiene mucha pegada». La necesaria como para seguir «cerquita» del Barça, que lo tiene todo en su mano.