Messi preside el podio del Balón de Oro

La estrella, que ganará su quinto trofeo como mejor jugador del mundo, estará acompañado por Neymar y Cristiano

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DAVID TORRAS / BARCELONA

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Leo Messi solo le queda hacer sitio en el museo de su casa en Castelldefels y viajar cualquier día a Milá para elegir con sus queridos Dolce&Gabana el traje con el que reaparecerá el 11 de enero en el centro del escenario de Zurich para recoger su quinto Balón de Oro. La FIFA ha anunciado el podio de un premio que tiene ganador y cuyo único suspense será conocer el orden de los dos acompañantes. Neymar y Cristiano Ronaldo escoltarán a Leo. Uno lo hará con buena cara, encantado de estar entre los mejores por primera vez, detrás de su amigo Leo, guardando turno para pasar delante cuando él quiera. El otro, con gesto serio, incómodo en fiesta ajenas, sin decir ni pío un año después de haber pegado un berrido. Con él empezó todo.

No habrá tridente azulgrana en Zurich, como en el 2010 con MessiIniesta y Xavi, pero podría haberlo. Suárez no ha entrado en el trio de finalistas pese a su imponente ascensión. Ha explotado un pelín tarde para unirse a la fiesta. Cristiano se mantiene ahí, favorecido por su condición de Bota de Oro, a pesar de que sus goles se difuminaron en un Madrid que acabó en blanco. Si las votaciones se cerraran ahora, Cristiano llevaría las de perder y Suárez tendría opciones de ocupar su sitio, aunque el delantero del Madrid tiene un cupo de votos fiel en según que países, algunos de los más exótico, y otros de influencia anglosajona, su gran mercado de sus tiempos en el United.

Messi ganará si o sí. Nadie lo discute. De hecho, empezó a hacerlo cuando se le escapó el balón hace un año y a Cristiano no se le ocurrió otra cosa que celebrarlo pegando un grito y desafiándole ante todo el mundo. “Espero alcanzar a Messi, aunque no es algo que me quite el sueño”, dijo, sabiendo que si ocurría lo que ocurrirá el 11 de enero no pegara ojo. En ese mismo momento, el Balón empezó a pasar de unas manos a otras, y el interiorista del 10 supo que había que hacer un hueco para el quinto. Y dejar espacio para el sexto, y el séptimo… “Messi es de otra especie y Cristiano un atleta”, proclamó el exazulgrana Edgard Davis, uno de participantes en el acto de la FIFA.

DE OTRA ESPECIE

La presencia de Neymar refuerza la hegemonía del Barça, perdida en las dos ediciones anteriores, con Messi como único representante.  El brasileño es la estrella en alza, el nombre con más capacidad para ocupar el sitio de Leo cuando decida dar un paso atrás si es que lo decide. Ese día queda todavía muy lejos y, si acaso, es más fácil que vuelva a lo alto del podio escoltado por sus querídisimos colegas, Neymar y Suárez. Superado el ‘paréntesis Tata’, que no logró conectar a los dos genios, tan alejados en el campo que apenas se veían, y con la llegada de Luis Enrique, todo fluyó, aunque hubo que pagar el costoso peaje de la crisis de Anoeta.

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La aparición de Suárez ayudó a fusionar al 10 de Argentina con el 10 de Brasil. Con Leo en la banda derecha y ‘Ney’ en la izquierda, el Barça,  voló hacia el triplete. Era Messi quien guiaba la nave, pero a su lado, y de forma cada vez menos discreta, ya estaba sentado Neymar. De pronto, las cifras (15 goles en 41 partidos en su primer año) se dispararon en el segundo curso, con 39 tantos en 51 partidos, siendo decisivo en grandes citas: PSG, Bayern y la final de la Champions ante la Juventus.

Messi vuelve al trono del que no debería haber bajado nunca. Después de Xavi e Iniesta, esta vez tendrá a su lado a Neymar. Los dos echarán de menos a Suárez  y es fácil pensar que harán lo posible para que dentro de un año les acompañe. Los tres juntos como en el almuerzo que celebraron junto a la playa de Gavà, con el resto del equipo y todos los técnicos, en un signo del buen ambiente que se respira ahora mismo en el vestuario.

Antes de la cita en Zurich, al Barça le esperan unas cuantas más, entre ellas, el Mundial de Clubs en Japón, en busca del quinto título. Messi será el rey absoluto de la gala, el símbolo del dominio del club en los últimos nueve años. Más de la mitad de los jugadores en el podio (15 de 27),  con Leo como inquilino permanente, han sido azulgranas.  El balón es del Barça. Y de Messi.