André Gomes, el gran señalado

El Camp Nou ha sentenciado al centrocampista portugués, que sigue sin encontrar su sitio en el equipo a pesar de la confianza del técnico

Luis Enrique anima a André Gomes al ser cambiado.

Luis Enrique anima a André Gomes al ser cambiado. / periodico

M. L. / BARCELONA

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Hubo una jugada, ya en la segunda mitad ante el Leganés, en la que el Barça recuperó el balón en campo propio y André Gomes, el mediocentro escogido por Luis Enrique, estaba preparado para iniciar la transición ofensiva. Dominó la pelota, pero cuando iba a realizar un pase tuvo tan mala fortuna que resbaló y cayó sobre el césped. Diríase que fue incluso una caída cómica. Ahí se terminó la paciencia del Camp Nou con el joven portugués (23 años), erigido en la oveja negra del Barça, el chivo expiatorio donde se concentra todo el mal rollo que supura el barcelonismo. Ya había sido silbado en otro pase erróneo, pero nada comparable a lo que desató ese resbalón y, sobre todo, el cambio.

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El Camp Nou, comprensivo con determinados jugadores, dirigió su ira hacia André Gomes, símbolo de una errática política de fichajes del club, que ha invertido 122 millones de euros en seis jóvenes. «Era una buena oportunidad de mercado», argumentó Robert Fernández, secretario técnico azulgrana, el pasado septiembre. Fue, curiosamente, y según confesó el propio ejecutivo, una operación que no estaba prevista. Costó 35 millones, fijándose además 20 más en variables.

RECUPERACIÓN ANÍMICA

«No tiene sentido señalar a jugadores que acaban de llegar. Los pitos no ayudan», explicó Iniesta, quien tuvo que ejercer de capitán para apagar el fuego que merodea a su joven compañero. «Debemos recuperar a André Gomes, esa es la verdad», confesó Robert, asumiendo la dimensión del problema porque André Gomes se sintió insignificante en el juego. Era el mediocentro, pero hasta ocho compañeros suyos pasaron más veces el balón que el portugués. Solo Ter Stegen (23 pases buenos de 46) y Luis Suárez (17 de 29) estuvieron por detrás de él: 48 de 58.