Alves insiste en denunciar racismo

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No fue el calentón propio de una noche de disgusto por ese empate que sabe a poco para elBarça. Después de dormir, de entrenarse y de pasar por la ducha,Dani Alves ha insistido en denunciar el racismo que detectó en el estadioSantiago Bernabéu por los gritos que recibió, aunque también ha apuntado que no es el único campo donde escucha manifestaciones de ese tipo.

"Es una guerra perdida, la educación en los campos de fútbol no existe", ha subrayado el defensa azulgrana, que se confiesa "vacunado contra todo". Alves entiende que deben tomarse "medidas drásticas" si realmente existe la intención de acabar con los brotes de racismo que aparecen de vez en cuando. "Pero no multas de mil o dos mil euros", ha afirmado, sino de cantidades de entidad ejemplar. Con sanciones como las que se imponen en Inglaterra o incluso en la UEFA. El brasileño ha apuntado que nunca se planteó marcharse del campo, como hizoBoateng con elMilan en Italia hace unas semanas.

Alves ha ampliado sus quejas al arbitraje deClos Gómez. Le ha acusado, a él y por extensión a otros árbitros, de "falta de personalidad" por no atajar y castigar los brotes de dureza que surgieron en el partido y que el azulgrana atribuye a los futbolistas delMadrid. Ha repetido otra vez la expresión "guerra perdida" cuando ha aludido a las actitudes de futbolistas comoXabi Alonso yArbeloa. "Para mí, lo que pasa en el campo se queda en el campo", ha añadido.

"No puedo entender cómo la jugada deCristiano Ronaldo no fue ni tarjeta; si la hago yo, me sacan roja y media", ha expuesto como ejemplo. No se siente, sin embargo, particularmente maltratado. "A mí me odian o me aman, a veces ni me aman ni me odian, pero yo me quiero mucho a mí mismo", ha asegurado Alves, que ya se siente cerca de su mejor forma tras superar "todas las lesiones que no había tenido como profesional" a principio de temporada.

La actitud del Bernabéu

Los cánticos racistas volvieron alBernabéu, este miércoles, contra uno de los hombres más activos del partido que enfrentó alMadrid y al Barça en el partido de ida de la semifinal de la Copa del Rey. Hacía tiempo que no ocurría, pero en la grada del templo madridista se volvió a escuchar cánticos que imitaban el sonido de un mono.

El primer choque cuando el lateral brasileño del Barça, nada más comenzar el encuentro, se quejó de una entrada. Estuvo en el suelo varios minutos, y tuvieron que entrar los asistentes. Tras recuperarse rápido, volvió al césped. El público, al entender que había exagerado, comenzó a meterse con él.

Más tarde, y tras forzar una falta de Ronaldo, volvió a ocurrir lo mismo. Y después tras una entrada de Xabi Alonso. En cada uno de estos encontronazos la grada se acordó de Alves.

Este, al fin del encuentro, expresó su malestar por los insultos raciestas enTwitter:

Durante el encuentro también se escuchó: "Messi, Messi, Messi, subnormal", además de otros insultos al Barça, Catalunya e, incluso, a Shakira. A Puyol también le lanzaron un mechero.