LA SEMIFINAL DE LA COPA DEL REY

Cientos de aficionados zarandean los coches de los jugadores 'che'

Más de 200 seguidores se presentaron de madrugada en Paterna para insultar a los futbolistas del Valencia y gritarles "¡mercenarios!" además de pedir la dimisión de Neville

Leandro Santos lamentándose tras recibir el sexto gol

Leandro Santos lamentándose tras recibir el sexto gol / PERIÓDICO

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La goleada encajada por el Valencia en el Camp Nou ha provocado, de nuevo, un auténtico tsunami en Valencia. El técnico británico Gary Neville insiste en que no piensa dimitir y el nuevo director deportivo, Suso García Pitarch dice que “no es un buen día para tomar decisiones”. Los titulares de la prensa valenciana fueron también contundentes: “Pidan perdón a la afición”, exige ‘Las Provincias’; “Juguete roto”, titula ‘Levante’ y “Ridículo del peor Valencia de la temporada”, afirma ‘Superdeporte’.

La realidad se plasmó en la presencia de más de 200 aficionados, ya en la madrugada de hoy, en la ciudad deportiva de Paterna para mostrar su intenso malestar e indignación con los jugadores, recibiendo al autobús de los expedicionarios humillados por el Barça al grito, ya tradicional, de “mercenarios”. Mientras los futbolistas abandonaban las instalaciones con sus lujosos vehículos, los aficionados no cesaban de insultarles y pedirles explicaciones. Gracias a la protección policías, la plantilla del Valencia pudo regresar a sus casas tras el contundente 7-0 de la semifinal de ida en el Camp Nou.

Ni que decir tiene que uno de los blancos preferidos de las decenas de aficionados fue el entrenador del Valencia, Gary Neville, que abandonó la ciudad deportiva en un coche que conducía su hermano Phil. "Gary vete ya" fue una de las proclamas más repetidas a lo largo de la madrugada. Los jugadores, que vieron como sus coches eran golpeados por los más exaltados con puñetazos y patadas, abandonaron Paterna sobre las tres de la madrugada.

El expresidente del Valencia, Amadeo Salvo, fue otra de las dianas de los que allí se concentraron. "Salvo estafador" fue uno de los gritos que se escuchó a lo largo de la noche. En un primer momento los aficionados se concentraron en el aeropuerto de Manises, pero finalmente se desplazaron a Paterna.