El partido de Sevilla

Pase muy sufrido

Un Barça irreconocible se mete en semifinales tras sufrir un duro varapalo ante un gran Betis

Los jugadores del Barça se lamentan después del primer gol del Betis, anoche en Sevilla.

Los jugadores del Barça se lamentan después del primer gol del Betis, anoche en Sevilla.

JORDI TIÓ
SEVILLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Betis descubrió a un Barça inédito y le dejó en paños menores en una primera parte de ensueño que se recordará por mucho tiempo en el Benito Villamarín. Tampoco la olvidarán los azulgranas, que en esos 45 minutos sufrieron un repaso de campeonato y se fueron al vestuario con un increíble 3-1, lo nunca visto en el equipo de Guardiola, que en esa primera parte no dejó de rascarse la cabeza de pie en el banquillo. Mal asunto cuando eso sucede.

Los béticos no se rascaban la cabeza pero sí se frotaban los ojos por lo que estaban viendo. En el minuto 7 muchos seguidores hacían fotos al marcador electrónico por lo que reflejaba: 2-0. Y es que nadie podía imaginarse que el mejor equipo del mundo, que anoche no sacó a su once de gala pero si un conjunto de peso y al mejor jugador del planeta, sufriera tal correctivo ante el líder de Segunda. Puede que nadie lo pensara excepto Guardiola, que ya alertó de la capacidad del equipo andaluz y a pesar del 5-0 de la ida no dio la eliminatoria por cerrada.

ALUCINACIÓN / El Betis, a pesar de las bajas, salió enchufado y dispuesto a desconectar a los azulgranas, que anduvieron más de media hora buscando la toma de corriente. Molina, en el minuto 1, avanzaba al Betis tras una falta de Milito en el borde del área. Seis minutos más tarde, el propio Molina encontraba una auténtica autopista sin peaje entre el central argentino y Piqué y batía de nuevo a un alucinado Pinto. Si alguien no creía en milagros puede que empezara a reconsiderar sus convicciones. Del Barça no había noticias. Andaba perdido, sin rumbo, preguntándose qué le estaba pasando mientras la afición coreaba oles y olés a cada pase de los suyos. El mundo al revés. Y eso que todavía no lo habían visto todo. Tampoco los culés habían vislumbrado hasta ayer un Barça irreconocible en la era Guardiola que las pasó canutas como nunca. No porque la eliminatoria llegara a peligrar, pero sí por el meneo al que fue sometido. Un correctivo que sacó a la luz situaciones insospechadas hasta ahora, como Mascherano abroncando a sus compañeros exigiendo más mala leche. Tenía razón: al Betis le bastaban dos simples toques en la línea media para desarbolar todo el eje central y dejar a Molina listo para encarar a Piqué o Milito, que volvió al equipo titular y las pasó canutas.

PERDIDOS / No fue el único. Adriano y Maxwell daban tumbos y Keita andaba perdido corriendo de un lado para otro. Arriba la cosa no tenía mejor pinta. De Bojan no había noticias, solo que veía el balón pasar por encima de su cabeza sin apenas rozarla, Messi iba andando y Afellay corría en busca de la jugada imposible sin levantar la cabeza. Y así era difícil ver nada claro. De hecho, la cosa andaba oscura de verdad. El punto de luz llegó a falta de 8 minutos para el descanso. Xavi descubrió a Messi y una línea de pase y allí mandó el balón. El argentino se lo tuvo que currar, pero acabó superando a su marcador y batiendo por raso a Casto.

Pero ni el gol dio pausa al Barça, que en el minuto 45 encajaba el tercero tras una media chilena de Arzu que pilló a Pinto descolocado tras una salida poco convincente. El pitido del árbitro liberó del castigo a los azulgranas, que marcharon abatidos mientras los béticos eran aclamados como si hubieran metido en semifinales eliminando al mejor equipo del mundo. No lo lograron, pero como si lo hubieran hecho.

RESBALÓN DE MESSI / En la segunda parte el Barça anduvo más puesto. La pelota era suya y el Betis parecía algo asfixiado. Incluso el árbitro pareció echar una mano a los azulgranas al señalar un penalti que solo él pareció ver. Y entonces también se vio lo nunca visto: Messi falló el tiro al resbalar en el momento de impactar el balón. Estaba claro que no era la noche del argentino ni la del Barça, que se contagió del error y volvió a las andadas mientras el Betis jugaba el partido de la temporada, puede que de la década, e incluso a punto estuvo de meter el cuarto, pero el tiro de Nacho lo repelió el palo. Justo lo que se llevó el Barça, que se metió en semifinales de la Copa sufriendo mucho. Nadie podrá decir que Pep no avisó, aunque muchos se rieron. Ayer no lo hizo nadie.