La Copa del Rey

Adiós a la racha

Belenguer ayuda a levantarse a Messi, después de que fallara el penalti.

Belenguer ayuda a levantarse a Messi, después de que fallara el penalti.

JORDI TIÓ
SEVILLA

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Pepe Mel había descartado públicamente la posibilidad de que se produjera una remontada antológica, pero a los siete minutos de partido debió sentir un cosquilleo en el estómago. Dos goles había marcado el Betis. A unos metros de distancia, Pep Guardiola sintió una sensación parecida, pero no tan agradable. Sus avisos, insistentes, reclamando seriedad y cautela, estaban quedando justificados.«Sabía que había que jugar el partido de vuelta»,apuntó el técnico.

El mejor Betis y el peor Barça se encontraron anoche. ¿El resultado? El final de la racha azulgrana. Un doloroso final, con el equipo desarbolado por las oleadas verdiblancas. Justo después de consumar el récord y de fijar en 28 la nueva marca de partidos sin perder, tras superar al Barça de 1974, el equipo sucumbió. A pesar de las precauciones del técnico, cuyos reiterados avisos, que sonaban excesivos, no surtieron efecto.

El representante del Getafe

Igual David Belenguer pensó lo mismo que Mel. El central del Betis, que reaparecía ayer, era uno de los integrantes del Getafe que eliminó al Barça de Frank Rijkaard en el 2007. La empresa madrileña era más asequible que la del Betis. Tenía un 5-2 en contra del Camp Nou. Pero Belenguer, que ya tiene 38 años, y sus compañeros lo lograron en la vuelta. Les sobró hasta un gol con el 4-0 en el Alfonso Pérez.

No era el único que revivió aquella experiencia. Había otros supervivientes de la hecatombe que apuntaba el declive del Barça de Rijkaard, Ronaldinho y Deco. Un desasosiego similar sintieron Xavi y Messi.

El argentino, anoche, pudo evitar que el durísimo castigo que infligía el Betis al Barça adquiriera proporciones gigantescas con un golazo de los suyos. Como aquel que el encumbró ante el Getafe, con una arrancada desde el centro del campo, pero con menos rivales a los que desbordar. Messi marcó, acalló al Villamarín, que ni siquiera se llenó, sin esperanzas de ver un acontecimiento histórico -la duquesa de Alba estuvo en el palco- y eliminó de golpe la inquietud del Barça pese a que la defensa siguió haciendo aguas. Los siete cambios que introdujo Guardiola en la alineación se notaron.«Hemos tenido algunos desajustes defensivos»,dijo, sin querer ir más allá en sus recriminaciones.

El segundo error

Messi, que acabó como capitán tras la sustitución de Xavi, frenó la hemorragia. El genio respondió a las necesidades del equipo. No falló. Pero desperdició un penalti que habría reactivado la posibilidad de evitar la derrota. Un resbalón al ejecutarlo propició que enviara el balón a las nubes. El segundo penati que falla de la temporada. El primero, qué paradoja, fue ante el Panathinaikos, el día en que comenzó la racha que ayer se interrumpió.

Será el partido que recordará Ibrahim Afellay por su estreno como titular en el Barça. O Gabi Milito, que reaparecía en la formación inicial tras comunicar a Guardiola que continuaría en la plantilla. Afellay jugó de falso delantero centro y de extremo. Era el más ilusionado del equipo. Se le notó. Corrió sin parar.

«La idea era disfrutar y pasárselo bien»,dijo Molina, autor de los dos primeros goles. Sí, el beticismo se lo pasó bien, muy bien.