UNA CELEBRACIÓN CON SELLO BARCELONISTA

Alfombra azul y grana

Un banquillo barcelonista 8 Villa, Puyol, Messi, Xavi, Iniesta y Piqué esperan antes de salir hacia la gala.

Un banquillo barcelonista 8 Villa, Puyol, Messi, Xavi, Iniesta y Piqué esperan antes de salir hacia la gala.

JOAN DOMÈNECH
ZÚRICH ENVIADO ESPECIAL

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Abucheos, pitos y alguna imprecación en alemán.«Fíjate en Guardiola»,se escuchó ante la entrada principal del Palacio de Congresos de Zúrich. El punto de discordia en una jornada marcadamente culé solo podía originarlo un elemento discordante. Y, en efecto, era un personaje antagónico a los colores azulgranas pese a que militó cinco años en la entidad. Pero José Mourinho se ha distinguido desde que se marchó del Camp Nou en provocar con sus comentarios la animadversión del barcelonismo.

Y las muestras de reprobación iban dirigidas a Mourinho. Ni a Casillas, Cristiano Ronaldo, Jorge Valdano o Emilio Butragueño, que también desfilaron por la alfombra grana y azul, tendida para aclamar a la representación azulgrana, la más numerosa, de largo, en la gala para premiar a los mejores. ParaThe Special Fivefueron los únicos gritos al principio y al final de su paseíllo. Acababa el camino Mourinho y empezaron a atronar gritos de«Iniesta, Iniesta»que se iban multiplicando. Y no era Iniesta, sino Sneijder, a quien confundieron con el azulgrana.«Iniesta, Iniesta»,se repitieron minutos después cuando, entonces sí, era el héroe de Fuentealbilla quien se dirigía a la ceremonia, precediendo el desfile que continuaron Piqué, Puyol, Villa, Xavi y Messi, el último, antes de Pep Guardiola, y el que más tumulto generó.

Acontecimiento único

Alrededor de 100 personas movilizó el Barça para celebrar un acontecimiento«único e irrepetible»,según Guardiola. Unas palabras que no habrían de tenerse en cuenta porque sus predicciones, siempre presididas por la mesura, quedan superadas cada temporada por la progresión de su equipo. Seis de sus hombres entraron en el mejor once del año. Ante las razonables dudas de que el Barça vuelva a concentrar tan numerosa representación, Xavi Hernández optó por«disfrutar del placer y el orgullo»de ser uno de los protagonistas de la jornada, acompañado de sus padres y dos de sus hermanos. Como Messi, que contó con el abrazo de sus padres y sus tíos, llegados expresamente de Argentina, mientras que Iniesta contó con el apoyo familiar más numeroso. No faltó nadie del círculo más cercano. Su padre, que viajó en tren por su fobia a los aviones, llegó con tres amigos. Le quedaba un largo viaje de vuelta sin el Balón de Oro.