UNA CITA PARA COMBATIR LA POBREZA

Compromiso y diversión

El Palau Sant Jordi se llenó para disfrutar del partido solidario entre el equipo de Guardiola y el de Vilanova H Los dos técnicos fueron aclamados y la afición pidió sin éxito que jugaran

Piqué actuó de delantero, Valdés de jugador de campo y el público apoyó al lesionado Villa

Piqué actuó de delantero, Valdés de jugador de campo y el público apoyó al lesionado Villa

JORDI TIÓ
BARCELONA

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La Marató contra la Pobresa organizada por TV-3 permitió a los culés alargar la fiesta de la Copa en el Palau Sant Jordi. Y la celebración fue a lo grande, tanto en solidaridad (el pabellón se llenó hasta los topes con más de 14.000 espectadores que dejaron un buen pico para los más necesitados) como en expectación por ver al mejor Barça de todos los tiempos enfrentarse contra si mismo y fuera de su medio natural, la hierba, elemento que se cambió por el parquet.

Pero dio igual, el espectáculo fue grande y también la diversión, protagonizada especialmente por Piqué, convertido en el gran animador de la fiesta junto a Víctor Valdés, que por un día no hizo de portero y, con el 10 y el nombre de Messi a la espalda, se dedicó a jugar con el equipo que siempre llevaba el balón, en una regla inventada expresamente para el encuentro con el objetivo de dar mayor vistosidad al juego. Y la hubo.

Otro de los alicientes fue la nueva camiseta de la próxima temporada. La azulgrana, sin rayas, la llevó el equipo dirigido por Tito Vilanova (Pinto, Xavi, Pedro, Piqué, Montoya, Bartra, Rodri y Espinosa) mientras que el de Pep Guardiola lució la naranja y amarilla (Masip, Iniesta, Busquets, Adriano, Tello, Muniesa, Dos Santos y Gustavo).

Cita muy especial

El duelo acabó en empate (8-8) y se decidió en los penaltis. El triunfo fue para el Barça naranja, el de Pep, que de esta forma, y ahora definitivamente, pudo despedirse con otra victoria en su último partido como técnico, seguramente el más especial de todos los que ha vivido.

Los más aclamados en la presentación de las alineaciones fueron Pedro, convertido en héroe azulgrana por méritos propios, Xavi, Iniesta y Puyol. Pero también lo fue Guardiola, repetidamente, y Tito, el hombre que apartir de ahora cogerá el testigo de Pep con el reto de seguir haciendo historia.

El público se lo pasó en grande, sobre todo los miles de niños y niñas que vieron a sus ídolos de cerca e incluso tuvieron la ocasión de retarlos. Seis de ellos pudieron lanzar penaltis a Pinto y Valdés, este último con una venda en los ojos, e incluso se llevaron un balón de regalo.

El partido fue seguido desde la grada por el auténtico Barça de fútbol sala (en el descanso saludó desde el centro de la pista), el campeón de Europa, y quien sabe si Marc Carmona, su entrenador, pedirá a Vilanova algún refuerzo extra cara la próxima temporada porque la verdad es que jugadores como Pedro, Adriano, Busquets y Piqué hicieron auténticos malabarismos con el balón, levantando ¡¡¡¡ohhh!!! de admiración ante tanta filigrana.

La sardana del campeón

El espectáculo estuvo en la pista y fuera de ella. El público hizo varias veces una espectacular ola, cantó a capella el himno del Barça y se desgañitó de lo lindo pidiendo a Guardiola y Vilanova que saltaran a la pista para jugar unos minutos, Pero no hubo forma, aunque Tito, igual tentado, se miró las zapatillas pensando si serían adecuadas,

Quien pasó un mal rato en el descanso fue Guardiola. Por el Marcador se pasó un vídeo musical de todos sus triunfos durante estos cuatro años maravillosos. Lo miró de reojo mientras se tapaba parte de la cara con las manos, señal de incomodidad de alguien al que no le gustan los homenajes. Pero sí a la afición, que coreó su nombre. El partido acabó con otro símbolo del Barça de Pep: la sardana del campeón. Ayer se logró el mejor título, el de la solidaridad.